Democracy

en la ent El ex el título la interve tivos extr ficiales. de dos fa tudios sup educaciór propio de importan res en sit El monop de la uni guirse po o cuatrov vocación do por viste cierto grupo de actividades, puede hacer cosas tan nefastas como el Estado que se arroga la dirección de las conciencias e impone un culto con prescindencia de otros. La cultura floreció siempre que estuvo en las manos del pueblo, y testigo de ello son las grandes universidades de Italia, Francia y España, antes de que el Estado las redujera a meros rodajes de la administración. al contrario, las universidades son fuertes en países como los anglo sajones y hasta cierto punto los teutónicos, donde rige el principio de una desvinculación más o menos absoluta con relación al Estado.
Lo que se busca con la docencia libre sólo se obtendrá con la universidad libre, con el juego de la concurrencia, que es la gran ley del progreso social. Qué democracia es ésta en que el pueblo no tiene el derecho de darse su propia cultura, de ratificarla y consagrarla en sus costumbres, sino que tal cultura ha de tener el sello del Estado. Ni qué cultura acabará por ser ésta, una vez perdido todo su contenido y convertida en signo vacío. Cómo habremos de dignificar otras formas de cultura, si ellas se hallan fuera del cuadro de honor de las actividades en que el Estado mismo toma una parte tan activa. Quién pensará en interesarse por el estudio meramente cultural, si ese estudio no ha de incorporar a los que le sigien, al estado mayor de los intelectuales ungidos por la Nación? por otra parte. qué interés puede tener el Estado en poner su sello sobre diplomas que no incorporan a sus tenedores a una función cuasi pública, como es la del médico, del abogado o del ingeniero?
De modo, pues, que, como he procurado mostrar, la intervención del Estado forzosamente profesionaliza la enseñanza universitaria, y ésta contagia las demás ramas de la educación, manteniéndolas inmovilizadas, incapacitadas para ponerse al servicio de los verdaderos ideales de la educación, los cuales siempre pugnarán contra toda interpretación política de la enseñanza, pues tienen su principio y fin en el hombre mismo, en el individuo y no las profe viene.
Así, poner solicitas Bosorias de las co la es eno pro han hab tradicion principio caciones de la au widuos, Bc la sue De Nos 410 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.