tocar sin más de ti el gran a cena son tros lo fo venes lo cesión nc un caminar alegreme Los Qu. EI bre inmo En cu dos sentid ni vacilaciones, su protesta, particularmente valiosa y simpática, contra los invasores de Bélgica que inauguraban su alevosa incursión haciendo mofa solemne de la palabra jurada.
Al trozo del Sr. Borda, preferimos la siguiente nota de «El Nuevo Tiempo. de Bogotá, diario muy conservador, cuyas columnas estamos reproduciendo en parte. Nuestros colaboradores tienen completa libertad para emitir sus opiniones; pero con todo respeto observamos al Sr. Dr. Borda que si con el nombre de partido clerical ha querido designar a la Unión conservadora, es desgraciadamente errónea la apreciación de que dicho partido sea enemigo de los aliados. Hay conservadores germanófilos, como casi todos los disidentes, pero eso no quiere decir que todo el partido lo sea. Respetables órganos de la Prensa de la Unión conservadora, en el país, luchan por la causa de los aliados, con desinterés absoluto; jefes eminentes del conservatismo, es más, todos sus jefes, son partidarios de los que llevan en estos momentos en retirada a las huestes del Kaiser, y hombres representativos y masas populares de la Unión conservadora sostienen la causa en que hoy está empeñado casi todo el mundo contra el militarismo. Tampoco todo el clero es germanófilo. Para nadie es un secreto a qué lado se inclina, de manera resuelta, el eminente patriota Jefe de la Iglesia en Colombia: su corazón no está con los que han destruído santuarios del culto y de la civilización ni con los que han fusilado sacerdotes, en Bélgica, ni con los que han autorizado el asesinato de millares de armenios cristianos. En cambio, los jefes del coalicionismo liberal en nuestro país son francos, decididos y entusiastas germanófilos. Pero eso no quiere decir que todos los liberales sean partidarios del Kaiser y de su aliado el Sultán de Turquía. que no ac de puro usted, su libre que No no som Lar espero, más simp la primer: En lo no compr mente, si En ve dria prego para sus usted par Julio de 1918 Continuará Anarq Jución, en en estado de ningun stico. de hiperto De todo El soc La experiencia es como la vista: a nadie le sirve la ajena. cada uno necesita de la suya. Asi se dice, y es verdad, pero solamente en parte.
Hay una experiencia que ha de ser necesariamente personal; pero hay otra que debemos tomar de los demás. Qué puede hacer un quimico, un electricista o un mecánico sin la experiencia de los otros quimicos, electricistas y mecánicos? La experiencia ajena, sumada a la propia, es la ciencia.
Estoy pensando en la discusión de méritos personales en que se han empeñado hace poco dos maestros costarricenses, uno algo mayor que yo y otro mucho menor. La experiencia universal aconseja evitar estas discusiones. La experiencia de los pedagogos va más allá: prohibe tales discusiones, máxime si los contendientes son de tiempos distintos. En este caso, el mayor debe saber que él saldrá casi siempre perdiendo: el público, en general, se irá del lado del más joven. Los méritos puramente personales no se pueden demostrar. Peor todavia, se empanan apenas intenta uno mismo señalarlos: que es el honor como las bellas flores: no se le puede mos y em son más es cuanto El soc Ahora Si uste dria en más feliz obliga a e mistico yo prefiero En el Seminaric de las prie 396 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.