I que influs sobre blem nues tras relac sobre El fluido eléctrico emanado del sol debe, por consiguiente, influenciar nuestro sistema nervioso y traducirse en efectos tangibles sobre una naturaleza siempre dispuesta a registrar las ondas que recorren la atmósfera. No es verdad que se ha observado también en el hombre la existencia de corrientes análogas a aquellas que cruzan nuestras líneas telegráficas? Cada uno de nosotros es comparable a una especie de pila, o mejor dicho, de dinamo que desarrolla en torno de sí un campo magnético definido; una máquina en la que circula un fluido cuya potencia varía a cada instante. La substancia nerviosa parece, en efecto, presentar polos a la manera de un imán o como si fuera una barra de hierro dulce encajada en un anillo Gramme.
Sin duda alguna, estas comparaciones pecan en más de un punto; la ciencia de la materia organizada no ha dicho todavía su última palabra; en esa vía está todo por descubrir y lo que llamamos el influjo nervioso aportará a la medicina y a la fisiología una enorme contribución En todo caso, cualesquiera que sean nuestras hipótesis actuales, allí están los hechos que hablan bien claro: nuestro cuerpo es en todo asimilable a una torre de telegrafía sin hilos, que registra las menores variaciones del fluido eléctrico solar. Queréis ejemplos? He recogido centenares de ellos en el curso de mis observaciones. He pasado una parte de mi vida dedicado al magisterio, y por consiguiente, en contacto con toda clase de discípulos. Ahora bien, por regla general, los castigos aumentan en los días de grandes desviaciones magnéticas. Así, pues, no solamente las manchas solares enloquecen la aguja de la brújula, esa barra imanada de naturaleza puramente metálica, sino también el organismo completo del niño, sensible a los excesos, y que, no encontrando en sí mismo la fuerza para reaccionar contra esa excitación momentánea, se entrega en aquellos momentos de crisis general a toda clase de excentricidades, lado, de un much núme dedu calm bree varéi gobe.
bios. notar los ai activi se ap parte un cereb sider nocer los aprox reacc cienci 340 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.