que el vagan recta por u terroríficas ante las cuales las convulsiones de nuestra diminuta atmósfera no son sino juego de niños.
Sin duda alguna, a la distancia a que nos encontramos, nuestros ojos, sin el auxilio de los telescopios, no adivinan nada de las pulsaciones de ese organismo formidable cuya complexidad asombra a los sabios; pero la física moderna ha decuplicado nuestros sentidos; cada día la placa fotográfica registra fluctuaciones de las envolturas solares; puesta la atención detrás de sus instrumentos, provisto de espectroscopios, el Astrólogo actual quiero decir, el astrónomo. sigue las fases de la lucha titánica, cuyas peripecias se desarrollan ante sus ojos maravillados. Sin embargo, ese rayo de luz emanado del horno en ebullición no nos proporciona solamente el reflejo de los combates épicos que se libran en la altura entre los elementos desencadenados. Adaptado a formas incesantemente cambiantes, el rayo luminoso contiene en su seno toda la gama de las radiaciones, desde aquella que ilumina hasta aquellas que calientan, que electrizan, que vivifican y que fecundan.
Bajo esa mecanoterapia natural y sabia, la Tierra vibra al unísono del arpa solar; y la delgada película sobre la que habita el microbio humano es sacudida por terribles convulsiones.
depen tar ca Si Ecuad las condic da de las ma LO los on despre bustio viene, ras po las reg tica se grand de su por ho tan la nes re te pue del as Si vía má lar se Los estudios más recientes, en particular el examen espectroscópico de las manchas y de las nubes incandescentes del sol, han confirmado plenamente mi teoría y mis hipótesis. El astro del día obra sobre la tierra como un foco intermitente. Por esto cabía preguntar si esa fuente calorífica, en sus variaciones, no tenía una repercusión en nuestra climatología y sobre un gran número de fenó menos conexos.
En efecto, hace ya mucho tiempo que el gran Herschel encontraba una relación entre el número de las manchas y el precio del trigo en Inglaterra. Ya he demostrado en otras ocasiones, con datos estadísticos, que la producción del trigo y de la viña en Francia, siguen paso a paso la curva de la actividad solar. Más recientemente encontré donde dos de ΑΙ humai solare que si electri la ten 338 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.