ojos: tu carada topa us acertijd concier bailan, coyunt: reciben el Gob.
mítase mend Per esto, y bailes, aquí es trazo otros lector por lo en el vestir, tan tosca en el hablar, tan inconsecuente en sus amistades, tan desleal en sus amores; de otra, que es mordaz y maldiciente, en lo cual se perjudica mucho, porque teniendo esta falta, y la otra, y la de más allá, da pie para que cualquiera que se estime en tan poco como ella, se las saque a relucir; de otra, que es una desgraciada, porque el marido la ha puesto a ración, así en el vestir como en el bailar, a causa de que fué algo despilfarrada siempre en estos dos ramos de buena sociedad; de otra, que ya no halia modista que la haga un traje si no paga adelantadas las hechuras, y que no le venden nada en las tiendas, sino con el dinero en la mano, etc. etc. En esto, entra usted (es de suponer) y, continuando el desuello, llegan a preguntarle si conoce a cierta señora de éstas o las otras señas; y como la tal es mujer de historia, y usted la sabe de corrido, repítela alli con comentarios, creyendo hacer a su auditorio un señalado servicio. Yo creo también que usted se lo hace, pues no fué a humo de pajas la preguntita; pero es lo cierto que todas aquellas señoras, después de oirle a usted, exclaman, con el más sincero de los asombros: iJesús. Con razón dicen que es usted temible. Yo temible, señoras mias? responde usted. por qué. Porque es usted lo más intolerante y lo más. Vaya usted a convencer a aquellas damas de que viven constantemente encenagadas en el pecado que a usted le cuelgan!
No hay inconveniente en que, abandonando estos tiquis miquis que ocurren en el ordinario trato social, dirijamos el anteojo unos grados más arriba.
Todos los días halla usted en periódicos, en folletos y en libros, sátiras, burlas y disertaciones en serio contra ideas, sentimientos y hasta personas muy de la devoción de usted. Ocúrresele mirar al campo de donde parten tantos proyectiles, y le ve usted sembrado de ridiculeces, farsas y toda clase de miserias; saca usted al palo media docena de ellas, por vía de muestra, en un papel, en un folleto o en un libro; y ¡Virgen María. cómo le ponen a usted de intolerante y de mordaz, los mismos que tienen la mordacidad y la intolerancia por oficio!
Así, andan, amigo, las cosas de justicia en el ordinario comercio de las gentes; así se ataja al más inofensivo en el trayecto social en que pasea su nombre, y así se pretende conducirle al extremo a que no llegan en el mundo más que las bestias. y los que tienen la manía de la tolerancia (siendo lógicos en ella. a ver, oir y callar.
es decir, a matar la sed con petróleo, allí donde haya un extravagante que tal haga delante de usted.
Usted es hombre de sencillas y ordenadas costumbres (es también un suponer. ni el mundo le tira, ni sus pompas y algaradas le seducen. Estos son gustos lícitos y racionales. Ajustándose a ellos, en paz y en gracia de Dios, se da usted con un baile en los Cua vecino guro a ella por qu testado qué en gulis e nerlas, de por resiste, de ses ticia, e Por creen y excel como erat de asunto gole aj inofens Ent intima en esp der al Esbd 334 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.