Este señor diputado con su ley nos hace el efecto de un hombre que poseyendo una barrica de vino aguado ya, se propusiera hacerse rico aguándolo más hasta hacer desaparecer el olor, el color, el sabor y la fortaleza que tenía. Que no a otra cosa equivale la tal ley. la complaciente y acuciosa Cámara de Diputados nos hace pensar en aquel legendario Sargento Casafuz, que decía a sus soldados: Vayan fusilando prisioneros mientras treigo orden.
La guerra europea, la emergencia, el orden público son las tres razones suficientes para hacer pasar sin discusión, sin los debates constitucionales y reglamentarios, cuanto proyecto se tiene interés en convertir en ley. la guerra europea no es culpable sino de la disminución del rendimiento de las aduanas. la emergencia nadie sabe lo que sea. el orden público constitucional? En presencia de tan absurda manera de proceder, viene involuntariamente al pensamiento la palabra utilitaristas y a la memoria estos párrafos de fuego de un escritor cuyas ideas han sido la base de la reconstrucción intelectual, moral y política de su patria, llevada al borde de la disolución por las ideas y prácticas de aquéllos. En cualquier pais del mundo en que los gobernantes sean utilitaristas no hay derecho ninguno seguro. No admitiendo el utilitarista otro principio, para arreglar su conducta, que el cálculo de sus placeres y de sus dolores (de sus beneficios y de sus pérdidas. es inútil representarle que el acto que intenta o que ejecuta es con trario a la ley, a la justicia, al derecho, a los principios que sirven de fundamento al Gobierno; todas esas cosas no son para el sino palabras. Si él halla en sus cálculos que obtendrá mayor placer que dolor en violar todo eso, lo violará, y se ostentará satisfecho de haber Henado su deber. El utilitarismo no puede ser contenido sino por la fuerza de la opinión pública levantada sobre el sólido cimiento de las doctrinas espiritualistas cristianas, que el egregio pensador y otros tan previsores y patriotas como él predicaron, sin darse punto de reposo, en los días menos turbios de la época y desde el centro de las tinieblas de los más oscuros. Que no sólo la fuerza bruta es fuerza, como se vió entonces y se está viendo ahora en esa lucha apocalíptica en la cual han brillado todas las luces de las ciencias físicas, para destruir materialmente, y todas las de las ciencias morales, para sublevar la conciencia universal contra las doctrinas que prepararon el conflicto y lo hicieron inevitable.
La juventud nos sacará verdaderos. La juventud en cuyas manos estarán los destinos del país. La generación a que pertenecemos y la que le sigue hicieron obra de perdición. Los efectos de esa obra están a la vista de todos. La juventud misma se resiente del estrago causado en el campo de las ideas y las creencias. El caos es com283 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.