Deser OS.
es ado es, ite Taleue ate OS DS lo nestán saturados de sugestión sexual. Grandes ciudades y viejas civilizaciones se corrompen porque abundan en medios de titilantes deseos. El hecho de que el hombre es la sola especie que posee artes para excitar los apetitos sexuales, justifica, con respecto a las relaciones entre los sexos, una disciplina y una vigilancia a que ninguna otra criatura necesita someterse. No hay duda de que si se diera libre curso a los proveedores de diversiones, si no se les refrenara con la policía y la opinión pública, con las corrientes reglas de decencia y con la continua influencia de los hombres de edad, la sensualidad sería excitada a tal extremo que el matrimonio y el hogar serían destruídos, y la permanencia de la raza sería puesta en peligro.
Tres medios hay para combatir los sports y diversiones desmoralizadoras: la supresión, la substitución y la sublimación.
De estos medios ninguno ha sido tan puesto a prueba como la supresión. La religión naturalmente teme todo lo que desencadena la bestia en el hombre y por esto ha asumido una actitud de censura hacia las recreaciones. Los primeros cristianos miraban con horror la arena. La iglesia medioeval trató de resolver el problema de las recreaciones populares proporcionando espectáculos públicos, juegos, festivales y medios semejantes de alegrar la triste existencia de las masas. Los puritanos desarraigaron las antiguas y libres diversiones comunales de la «alegre» Inglaterra, cerraron los teatros y destruyeron los placeres del pueblo. La mofa de Macaulay para acabar con la exhibición de osos acosados en público. no porque ello cause dolor al oso, sino porque causa placer a los espectadores. cuadrará igualmente a los enemigos de los toros, de los gallos, y de todo otro desmoralizador sport, pues ellos se escandalizan más del rebajamiento del hombre que del sufrimiento de los animales. Varios grupos protestantes se alarmaron hace tiempo de la moral que brilla en las recreaciones y procedieron a lanzar su anatema contra el juego, el baile, el teatro y el circo.
Semejante yugo puede ser asumido por los electos, pero no puede ser impuesto al pueblo todo. Aun los grupos religiosos tienen que abandonar mucha de su vieja rigidez. En lugar de prohibir las recreaciones en volumen, hay toda razón para creer que se expansionarán grandemente. medida que nuestras ocupaciones diarias se hacen más especializadas, más metódicas, más rutinarias, caen completamente bajo la dirección científica y pierden mucho de su alegría creativa, y a medida que el más rápido andar de la vida moderna produce en los más altos centros cerebrales una constante y severa tensión que debe ser contrarrestada por más largos intervalos de descanso, la demanda de recreaciones se hace más general, más imperiosa y más justificada.
La política de substitución se basa en la teoría de que por cada bajo y desmoralizador sport, un substituto sano y provechoso puede 253 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.