Un oportunista de antaño se gano 14, 000 según dijeron las malas lenguas entonces. por escribir unos cuantos kilómetros de artículos refutando un simple discurso del señor González Víquez. Siga el ejemplo y no pierda la oportunidad. Los 14, 000 de ahora por refutar Gresham no valen tảnto como aquéllos; pero ¡qué diablos! valen bien una cosecha de chayotes y hasta de maíz. En todo caso pida el doble, entre en arreglos con la empresa periodística y escriba largo y tendido contra una doctrina que ha pasado hace tiempo a la categoría de indiscutible.
Dicen que nadie sabe para quien trabaja. Don Cleto González Víquez le hizo ganar a Demó filo un capital, según dicen; me alegraré infinito que Gresham se lo haga ganar a don Silvestre Romero. Es preciso que los agricultores vivan.
II. Qué es moneda mala? Esta pregunta, asaz peregrina, nos hace pensar que don Silvestre es un avaro. Estos, como los borrachos, pierden las ideas de relación. Para un bebedor empedernido no hay guaro malo; unos son mejores que otros, pero todos son buenos. así de los avaros respecto a la moneda, aunque menos consecuentes con sus principios. El borracho a cuyo alcance se ponen varias botellas de aguardiente de diferentes calidades, coge cualquiera, no elige; el avaro, en presencia de dos montones, uno de billetes inconvertibles y otro de oro acuñado de valor equivalente, se echa indefectiblemente sobre el de oro. viniendo a nuestro caso, si al señor don Silvestre le fueran a pagar sus tacacos o su café con billetes de los Bancos de Costa Rica, Anglo Costarricense, Mercantil. Internacional o de la Tesorería, a su elección, de seguro tomaría de preferencia los de los dos primeros, los del tercero en segundo término, los del cuarto. en tercero y, por último, los de la Tesorería. Por qué? Dejamos la contestación al señor don Silvestre y pasamos a comentar la segunda carta. La nos ha diario andan en CO irrefut ganas de toc rancia En liar de Tesor certific habien de la cional sentido hombr camino toda la pecade Im las que lantad del sis clave simple banco ΕΙ inconv.
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