nas ob nos ata Di derac lante, sólo sol rías de confian conocin es deci a reng calumn como que sig mica do lo que ¿H dólares no son dólares de oro acuñado. Por qué en las plazas españolas y otras las letras sobre New York tienen grave descuento cuando las monedas de oro acuñado apenas padecen el demérito consiguiente a los gastos de envío y un pequeño agio? aun podríamos preguntarle ¿por qué las libras esterlinas, los francos, las liras, los marcos, los florines, los rublos y, en fin, todas las monedas de las naciones que han emitido copiosamente y prohibido la circulación y la exportación del oro, han bajado más o menos de precio y hubieran rodado hasta el desastre si el genio de sus estadistas y los recursos de Norteamérica no lo hubieran conjurado. en qué se parecen los billetes de banco americanos a los que circulan en nuestro país. En la efectividad de su garantía. en la respetabilidad de sus firmas? en la fe que merecen sus leyendas. qué tienen que ver las emisiones de los bancos americanos con los créditos abiertos a los aliados ni con los bonos de los empréstitos de la libertad. en qué nos parecemos a ese pueblo positivista (sic) y bragado. En lo bragados para mantener o reclamar nuestros derechos. En qué los billetes de aquella Tesorería a los emitidos por la nuestra. para acabar de preguntar y también con la dosis de sentido común del avío jes de hombre serio andar haciéndose el tonto y buscando, a sabiendas de que allí no están, los motivos y el nombre de los causantes del creciente desprestigio del papel moneda, cuando en la Gaceta Oficial constan todos ellos en documentos fehacientes auténticos? Ignora don Silvestre Romero que los emisores de esos papeles los echan a la circulación como colones de 465 milésimos de dólar y, al salir no más de sus manos, ya no valen, para ellos, en pago de ciertos servicios y valores, sino lo que valgan en oro americano al precio corriente del mercado? conste que no le cobramos nada por la orientación que le indicamos y que no se la damos más amplia porque. para eso está ahí la Gaceta.
Eliminada la dosis de sentido común, hagamos algulo uno lar o obra cc que en obra cc esas cir su crite gún la nifiesta desgrac conjung ¿Qu Silvestr por obr nociéra ción de como a nuestro ALS ricano, haceder 224 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.