De pinches, compuestos, según expresa afirmación del autor cuyas palabras subrayamos, de los ricos y acomodados, de los miembros de la esfera más alta de nuestro medio social, atacados de una enfermedad hondamente arraigada, al decir del mismo autor, y explotadores sin conciencia de la miseria pública! Sin contar con que entre los defensores de la libertad del comercio de todas clases y muy especialmente del de los productos agrícolas, aquel escritor ocupó si no el primero, un puesto distinguido. Pero parece cosa averiguada que sólo los agricultores o, mejor dicho, empresarios agrícolas, trabajan y no explotan al consumidor ni esquilman a los jornaleros mermándoles el salario en más de 50 por ciento de su precio antiguo en oro, para aumentar las ganancias de sus productos, que venden por oro y lo reducen adentro al más alto cambio posible, o lo dejan afuera para ponerlo a salvo de cualquiera contingencia. Qué hacer en tan anómala posición? Mientras lo consientan, escribir sin parar mientes en los insultadores, en los calumniadores a sueldo o de oficio, o guardar la pluma para mejor ocasión, o romperla en pedazos antes que arrastrarla en el redondel de la diatriba y la injuria.
Es exagera el niño profesio sola que es el me la que QUINTILIANO Me parece descorazonado mi querido colaborador. No hay motivo grande. Hemos escrito con libertad, sin censuras ni restricciones oficiales de ningún género, y el número de nuestros suscritores se mantiene invariable. Si disgustamos a veces al Gobierno de arriba y otras al Gobierno de abajo la masa de lectores. no tenemos por qué sorprendernos ni de qué quejarnos.
ELÍAS JIMÉNEZ ROJAS nosotros Un aperos cultivo; cia los un liter diferente lengua; gistrado pleados dor mis ción que AVISO: Todo lo relativo al servicio de canjes, acuses de recibo, apreciaciones o recomendaciones de libros y periódicos, anuncios, cuanto aparece en las cubiertas o páginas adicionales, es de incumbencia exclusiva de la Casa Editorial.
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ciante, la verda te lleva fiados.
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