cana trae sod nes inapl al es i2 desenc en los encont tado, día a Galleg vida el juez «de to Bu de no No es, Quét trina a Si esto no fuera así, no tendría justificación la independencia americana, y dejaría de ser Antígone la figura más noble y más interesante que registran los fastos de la literatura antigua. Sofocles la describe desobedeciendo la orden del Tirano de Tebas que había prohibido inhumar a Edipo, hermano de aquélla, cuando preguntada por el Tirano Creón. Cómo te has atrevido a infringir mis leyes? le contestó. No creía que los decretos de un mortal, cual tú eres, fueran de más valor y hubiesen de prevalecer sobre las leyes no escritas de los dioses inmortales.
Leyes que no son de hoy ni de ayer, cuyo origen nadie conoce, y que nunca han principiado a ser. Al obrar como lo he hecho, sabía que me aguardaba la muerte, pero también, aun cuando tú no lo hubieras.
ordenado así, una vez tenía que morir.
pues, un infortunio para mí la suerte que me reservas; lo hubiera sido, sí, el haber dejado insepulto el cuerpo de mi hermano. Para evitar el capricho voluble de las disposiciones imperiales que mandaban obedecer y desobedecer alternativamente su misma autoridad, y, lo que es más grave aún, hacían inderogables las cláusulas que sobre todas y contra todas las posteriores dictaban, vino a la mente de los pueblos la idea de recoger las más sabias de entre las reglas preceptuadas, y hacer con ellas una ley madre dentro de la cual gravitaran las otras, ya obedeciéndola puntualmente, ora haciendo más ostensible su espíritu. Esta ley por excelencia se llamó constitución, fuera de los límites de la cual en ninguna Nación es obligatoria la obediencia. Así vino a perpetuarse en la misma ley fundamental el derecho de no obedecer que preconizaban los monarcas antiguos.
La más fuerte garantía que se le ha puesto es la facultad concedida a los jueces de fundar sus sentencias en la Constitución antes que en las leyes, porque aquélla representa el plan general de la vida republitos cho en elt el pre Expos TACTO con la y el así a est el ser todo, 180 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.