educación. Quién habría de sostener que le sea enteramente indiferente habitar en un clima u otro, comer bien o mal, trabajar en una cloaca o al aire y al sol. Libertad de conciencia. Cuán hermosa y qué triste expresión! Con una sola palabra podríase decir lo mismo: IGNORANCIA! En matemáticas o en química, no hay libertad de conciencia. En filosofía sí: es el reconocimiento de que no sabemos nada o de que sabemos muy poco. En un cuarto a oscuras, sin luz ni algo que pueda orientarnos, pregúnteme Ud. por dónde cojo. que yo le responderé. por donde guste, con plena libertad de conciencia. Cuando exista una religión científica, se acabará la libertad de conciencia.
EN una junta en que se quisiera trabajar seriamente contra la miseria y contra el dolor, sería preciso colocar a la entrada esta leyenda. Deje Ud. afuera la fe y el corazón. No está mal el buscar paliativos para las desgracias presentes, pero es mucho mejor procurar evitar las futuras. para esto no sé de ningún recurso que no se reduzca en último examen a la difusión de la verdad y a su colorario: la facilitación de los medios de trabajo. La ignorancia es la madre de todas las desdichas evitables.
Esta es mi convicción. la lucha contra la ignorancia dedico yo todo mi entusiasmo. Si Ud. fuera rey ¿qué haría con un revolucionario extranjero? Le aplicaría el tratamiento usado en su país en el mismo caso. Lo cual es la manera más fiel de cumplir un tratado de recíproca amistad. Qué crueldad de justicia. Cómo equiparar una nación grande a otra pequeña! En Francia, por ejemplo, el extranjero que entra en una revolución, por insignificante que sea su intervención, debe ser considerado 175 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.