vos más secretos. Nosotros no lo conocemos sino desde hace poco tiempo, y su autenticidad no deja ni la menor duda, pues lleva la firma de de Bethmann Hollweg, y está fechado el 31 de Julio de 1914.
Es sabido, especialmente por una declaración oficial hecha en el Libro Blanco alemán, que ese día el canciller del Imperio, al encargar a de Sachoen de notificarnos el estado de peligro de guerra con Rusia, había dado instrucciones a su Embajador para pedirnos que permaneciéramos neutrales, dándonos para la respuesta un plazo de diez y ocho horas. Lo que se ignora, y que ahora revelo, es que el telegrama que contenía tales instrucciones terminaba con estas palabras. Si el Gobierno francés declara permanecer neutral, Vuestra Excelencia tendrá a bien notificarle que debemos como garantia de su neutralidad exigir que se nos entreguen las fortalezas de Toul y Verdun, que ocuparemos y restituiremos cuando concluya la guerra con Rusia. La respuesta a esta última demanda debe estar aqui antes del sábado a las cuatro de la tarde. Hé aquí como Alemania quería la paz a la hora en que declaraba la guerra; hé aquí cómo es sincera cuando pretende que la obligamos a tomar las armas para defenderse; hé aquí cuál era el precio que quería hacernos pagar por nuestra bajeza si hubiéramos cometido la infamia de entregarle nuestra aliada Rusia, y de renegar de nuestra firma como Prusia renegó de la suya, despedazando el tratado que garantizaba la neutralidad de Bélgica. Comenzaba por exigir, para asegurarse de acuerdo con nosotros la consumación de su crimen, la cesión de dos de nuestras fortalezas más queridas y más gloriosas, de las cuales una ha conquistado después por el heroísmo de sus defensores una alma universal. Quién puede decir hasta donde habría llegado si nosotros hubiéramos sido bastante viles para dejarnos coger con el anzuelo de su ignominiosa perfidia. Del discurso de Mauricio Barrés, en nombre de la Lorena)
Año y medio antes de estallar la guerra de 1914: Un diplomático alemán, interrogado últimamente sobre las intenciones de su Gobierno ha respondido. El Emperador quiere la guerra con Inglaterra y con Francia. En los círculos militares alemanes, hay la convicción de que es inevitable una guerra entre Inglaterra y Alemania. No se puede hacer esta guerra ahora; pero Alemania tiene la pretensión de estar lista para dentro de pocos añas. Los institutores alemanes dicen corrientemente a sus alumnos que Alemania se 169 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.