plicado, ca, pruel por el en tesis mej de procu le parece que el ra cartadat ducida a problema dumbre.
Tynd cación de dose de se mueve la ciencia querrá esta y otr acabada, regla de interés. Si no recordamos mal, el caso ya se ha dado. Pues ese pedagogo hará una grandísima majadería por no saber discernir entre el interés del dinero, con el que nada tiene que ver la aritmética en sí misma, y una regla de cálculo que, sea cual fuese su nombre, sirve para deducir, ponemos por caso, las proporciones en que una materia dada ha de entrar en una mezcla, el tanto por ciento que resulta de una estadística de vitalidad o de población, el rendimiento de un producto en condiciones dadas, o bien la proporción de fertilidad creciente o decreciente de una tierra determinada, etc. etc.
Se nos dirá que todo esto se puede explicar y enseñar sin dar al mismo tiempo la noción de la renta o rendimiento del capital; no lo negamos. Pero es que aquí está lo grave de la cuestión. Si se explica la materia dejando en libertad al alumno para que medite y deciday para decidir necesita el conocimiento de todas esas cosas, las verdaderas y las falsas. nada habrá que objetar. Pero si, por el contrario, interviene el profesor con sus ideas particulares e inclina la balanza del lado de su opinión, por muy hombre libre que sea, cometerá un atentado contra la libertad intelectual del niño, que, en la indefección de su falta de desarrollo intelectual, tomará como verdades inconcusas así lo cierto como lo falso. Criaturas de tal modo instruidas, recitarán sabias lecciones. por cuenta ajena. a nosotros nos parece preferible que las reciten por cuenta propia aunque sean algo menos sabias.
Tratárase de hombres y la cuestión sería muy diferente.
El libre examen no ha de aplicarse sólo por oposición a las cosas teológicas, sino también como limitación necesaria a imposiciones posibles de partido, de escuela o de doctrina.
La enseñanza no puede ni debe ser una propaganda. El espíritu de proselitismo se extralimita cuando va más allá del hombre en el pleno uso de sus facultades mentales. Si hay alguna cosa en que la abstención, la neutralidad sea absolutamente exigible, esa es en la instrucción de la infancia.
En este terreno podemos encontrarnos todos los hombres de ideas progresivas. deberemos encontrarnos para sustraer a la infancia del poder de los modeladores de momias humanas, de los hacedores de rebaños. Grande y fructífera seria esta obra si a ella arrimáramos todos decididamente el hombro. Que es precisamente lo que no hacemos.
Como hasta el día y tal vez por bastante tiempo perdurará el antagonismo entre la enseñanza de la escuela y la enseñanza de la calle y de la casa, lo natural será que las criaturas pregunten por muchas cosas que no tienen ni fundamento lógico ni fundamento científico, y en todo caso, el profesor deberá desvanecer las dudas de sus discípulos, cuidando, no obstante, de no operar un simple cambio de opiniones. La escuela no puede ni debe ser un club.
Por algo sostenemos que, en tiempo y sazón, todo ha de ser exPOR festar en ambigüe tras de la primeros y mayor El po resistenci fundamer consagra bertad, a peón.
Tiene Es una raza. Por en la elec juzgar y ción inst infinitam el enemig verdader El po honor le un pasad 156 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.