sujétalos a tu alma con ligaduras de acero, pero no prodigues tu mano ni tus cariños a los conocidos de ayer.
Huye de las riñas; pero si te vieres comprometido en alguna, manéjate de tal modo que tu enemigo las evite a su vez. Escucha a todos los hombres; comunicate con muy pocos; acoge todas las críticas; pero sé muy cauto en tus juicios. Viste según tus medios, sin afectación ni singularidad, buenas telas, pero no fastuosas: el vestido a veces denuncia al hombre. No des ni pidas prestado; lo primero porque arriesgas a perder el amigo y su deuda; lo segundo porque puedes perder el hábito de la economía. Pero, sobre todo, sé sincero contigo mismo, porque tan necesariamente como sigue la noche al día, tu propia sinceridad te preservará de ser falso con los demás.
SHAKESPEARE De todo En plena Edad Media. Hablando de la aparición de Las Pilas. De modo que usted nunca ha visto espantos. Ni apariciones. Todavia no, por gracia del cielo. Según la carta que acabo de leer, de un espiritista de nuevo cuño que tiene un nombre distinguido en medicina, es un signo de inferioridad. animalidad» dice la carta) el pod «constatar materializaciones. porque en la producción de dichos fenómenos no entran en juego sino fuerzas. Para el autor que cito, la expresión fuerzas materiales es un disparate: no hay fuerzas que no sean materiales. Uno es el mundo del espiritu, otro el mundo de la materia. LOS PEORES MATERIALISTAS son los que diciendo creer en el espiritu, lo confunden con la materia. Las fuerzas producen fenómenos (o apariencias) que son materiales. Todo lo que yo veo es material; todo lo que yo oigo es material: en una palabra, todo lo que yo toco, de un modo u otro, es material. El espiritu no es un fenómeno ni hay fenómenos espirituales. EL SENTIMIENTO DE LA PROPIA EXISTENCIA sensibilidad verdadera, es lo propio del espiritu o sustancia. Espiritual y sustancial significan lo mismo. Tampoco son sustanciales las ilusiones.
Cuando oigo palabras o campanazos o veo el arco del triunfo, de Paris, como en los ensueños, sin que alguien hable ni campana suene ni esté yo frente al Arco, estos sonidos, ormas o colores son ilusorios: lo único que debo concluir es que mi organismo es un instrumento iludible.
Las causas de las ilusiones son también fisicas (o materiales. Me ha dejado en ayunas. De veras zusted no cree? No creeria aun cuando se le apareciera en un platillo de su balanza y lo tocara con sus manos. Si, hombre, si creo.
153 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.