esas palabras, sin iguales, ni cosa parecida, en los discursos más famosos que conserva la literatura universal. Si uno de esos costarricenses cuenta con presupuesto para ello, bien pudiera pedir a Barcelona unos cuantos ejemplares de esta bibliografiada obra, para que los Profesores de Estado, en ejercicio, la leyesen en sus respectivas escuelas. En ella y con su explicación se aprenderia a escribir castellano, mucho mejor que lo hace el de cierta escuela que no recuerdo, ni precisa. La lengua nacional encabeza las asignaturas de toda escuela, primaria o secundaria, según los Planes de Estudio modernos. Descuidar su cultivo parece crimen de lesa pedagogia.
Entre los modelos literarios que nos presenta el gran escritor uruguayo, figuran ciertos retratos de sersonajes, como en acción: pero ninguno más expresivo que uno de don Gaspar Rodriguez de Francia, tirano del Paraguay (p. 161 de este tomo de la «Epopeya. Desde el de Anibal, pintado por Tito Livio al principio de su Tercera Década, no recuerdo de otro tan hecho a macha martillo. Se ha dicho de la sátira, que fustigue los vicios y perdone a las personas; pero la del tirano es imperdonable, y la santa indignación que causa, excluye toda misericordia de Dios y de los hombres. Ante la del doctor diabólico, toda pintura me parece borrosa y vaga.
Otro bello punto de estudio se muestra en la rivalidad entre Buenos Aires y Montevideo, que consta en demasiadas páginas para poder citarlas aqui. Se refiere al tiempo de la independencia; pero eso es permanente, natural y humano. La emulación y lucha con la tienda de enfrente, y aun dentro de la misma tienda, convienen «ad majorem gloriam Hominis. De lo más grande a lo más pequeño, luchando se vive y progresa, para conservar uno su posición, y otro para mejorarla. Lo que se nota, y conviene recomendar aqui, es el arte del escritor poeta, para interesar a sus lectores en las cosas más simples, más vulgares, más delante de todos, sin que podamos animarlas. No puedo continuar aqui; pero basta con lo dicho, me parece, para un artículo diaresco y llamar la atención hacia una obra de arte, que merece largo estudio critico. a propósito, con autoridad que no tengo. yo le pondria un reparo, y es que resultaría mejor, más fuerte, reducida a la mitad su extensión y suprimidas muchas repeticiones. eso se hará, no hay duda, por algún Aristarco de otros tiempos y de otro siglo: porque siglos durará un monumento literario que calificó perfectamente el humanista don Miguel de Unamuno. Cierto que hay muchos libros vaciados de golpe en su lengua, como los bronces recordatorios; pero se dan otros, y son los menos, que parece imposible hacerlos de una vez por completo. Son como las catedrales cuya construcción dura siglos, y la generación que vió empezarlas, ignora cuándo ni cómo han de terminar.
Por lo demás y finalmente, veo que esto mio ni siquiera es bibliografia, puesto que no describe todo el libro de que se trata. Pero, si bien se mira, y eso no deja de consolarme, bien podrá verse de cuerpo entero el poema. Su héroe aparece como reflejado en muchos hechos y personajes desde el principio de estas brillantes narraciones, hasta que se presenta en persona con su manifiesto ideal de cindependencia. y es «el hombre entre los hombres, es decir, los hombres que aún estaban «pidiendo rey. como en un charco, y el hombre buscando la independencia de su patria y su América, sin Rey ni Reina.
Vuelvo a repetir, pues, mi recomendación del libro que apenas he comenzado a leer, pero que ya estoy al cabo de su reconocido mérito. No es poco, también, el de su autor, sobre tantos otros, el de decir «América Española. como es la verdad de hecho, en vez de la manifiesta ficción de «América latina. De admirar son Italia y Francia, 93 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.