La las gentes estaban atónitas, y decían. Será éste aquel hijo də David. Mas los Fariseos, oyéndolo, decían: Este no echa fuera los demonios, sino por Beelzebub, príncipe de los demonios. Vers. 22, 23 y 24. Los Fariseos no querían seguir la doctrina de quien les inducía a sentirse mucho menos contentos de sí mismos de lo que ellos pensaban. Ello estaba mal, pero no era lo peor. Los Fariseos no querían creer en el origen divino del milagro que se acababa de realizar ante sus ojos. Ello estaba peor, pero no era todavía lo pésimo. Lo pésimo es que inventaron una teoría, sin fundamento alguno, al solo objeto de halagarse los prejuicios: Este no echa fuera los demonios, sino por Beelzebub, príncipe de los demonios.
Jesús refuta fácilmente la falsa teoría: Todo reino dividido contra sí mismo, es desolado; y toda ciudad o casa dividida contra si misma, no permanecerá. si Satanás echa fuera a Satanás, con tra sí mismo está dividido. Cómo, pues, permanecerá su reino. Vers. 25 y 26. Así continúa Jesús demostrando la inanidad de la mentira que los Fariseos habían inventado, y cuando nada de ella queda en pie, parece como si se diera cuenta de que se halla ante el más grave de los pecados que los hombres pueden cometer, y entonces salen de sus labios misericordiosos palabras implacables. El que no está conmigo, está contra mí; y el que conmigo no recoge, derrama. Por tanto os digo: Todo pecado será perdonado a los hombres; mas la blasfemia contra el Espíritu no será perdonada a los hombres. cualquiera que hablare contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; mas cualquiera que hablare contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este mundo ni en el venidero. Vers. 30, 31 y 32. para realzar la importancia de las palabras y de las teorías que expresen las palabras, añade. Generación de viboras. Cómo podéis hablar bien siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. El hom.
bre bueno, del buen tesoro del corazón saca cosas buenas; y el hombre malo, del mal tesoro saca cosas malas. Mas yo os digo, que toda palabra ociosa que hablaren los hombres, de ella darán cuenta en el día del Juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás perdonado. Vers. 34, 35, 36 y 37. El pecado contra el Espíritu Santo, que no nos será perdonado ni en este mundo ni en el otro, consiste en inventar y propalar supuestos infundados y teorías sin base, al solo objeto de apoyarnos en ellos para justificar nuestra conducta, cuando no podemos justificarla de otro modo.
Piensa todos los cepto, la tribuyen a universal, dores y la hombres. Todo esto aversión aborrecim lamentam En efe daño; es 1: Porque a público y de aplauso pueblos pa contrario, basa en la fundamen pios trasco gobierno Ciencia tes más pc parable y también to perfecta re pios nocio mo modo ciencia y hombre in de la consa RAMIRO DE MAEZTU No na a un tiemp y constitui 76 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.