nos iyo mo se en en los ón los ya os ra se Би 16sin preocuparse de las consecuencias que dicha representación pueda tener relativamente a nosotros. Las ciencias procuran ser tan objetivas, tan poco humanas y antropomórficas como sea posible. No se preocupan. y no deben preocuparse, so pena de introducir la prevención y el errorde nuestros deseos, de nuestro destino, de nuestra felicidad o desgracia. El hombre es para ellas un conjunto de fenómenos que hay que explicar, como todos los otros, y nada más. Por tanto, no pueden ellas responder a una multitud de necesidades interiores y de tendencias que la reflexión descubre en nosotros, aunque sí puedan suministrar indicaciones preciosas para esta respuesta. Al lado de las ciencias particulares, hay por consiguiente lugar para otra tarea, hecha desde otro punto de vista: el punto de vista humano, poniendo al hombre por centro y buscando la guía de su conducta y la orientación de sus aspiraciones.
Esta es la tarea de la filosofía. En vez de considerar la naturaleza como un objeto por fotografiar, la considera como el medio en que tenemos que obrar. Todos nuestros esfuerzos, todos nuestros estudios no valen, en suma, sino por la luz que arrojan sobre nosotros mismos, sobre nuestro destino y la mejor manera de ejercer nuestra actividad. Rey, Leçons élémentaires de psychologie et de philosophie, Paris, 1908. LAFOSSE Traducción libre de Continuará)
la er le ate He ra ly in Ss a es o La imparcialidad no es la indiferencia. El que acepta revueltas todas las «opiniones. haciéndose el que las ve desde arriba con curiosidad desinteresada, como si todas tuvieran el mismo valor ante la consciencia individual y el mismo alcance ante la sociedad, ése no amo, la verdad. El diletantismo es, por orgullo o por pereza, la abdicación de la razón. Amar la verdad equivale a odiar el error. El hombre que mantiene igual la balanza entre toda clase de cosas, puede parecer como dominándolo todo, a los que no echan de ver que la imparcialidad entre la verdad y el error es el más radical de los contrasentidos. Hello. CARDENAL MERCIER Trad.
59 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.