rismo sólo puede ser eficaz cuando la victoria es tan absoluta que imposibilita la reacción de las víctimas. Cuando esta reacción es imposible, el terrorismo puede ser eficaz.
Supongamos por un momento que por haber ganado las batallas del Marne y del Iser al principio de la guerra, Alemania se hubiese apoderado de París y de la orilla francesa del canal de la Mancha. Lo probable es que Francia habría pedido la paz, y que Alemania hubiese paralizado a Rusia antes de que ésta armase debidamente sus masas innumerables. El terrorismo habría servido a Alemania para someter incondicionalmente a las poblaciones de los países invadidos. la victoria del Imperio germánico habría sellado, no sólo los labios de las víctimas, sino los de todos los países neutrales.
Actualmente es posible, hasta cierto punto, hablar públicamente en España, en Suecia, en Holanda y en los demás países neutrales de los horrores alemanes. Nadie se habría atrevido a hacerlo en caso de haber alcanzado el Estado Mayor germánico la victoria con que contaba.
Habría bastado fruncir el ceño al embajador o al ministro alemán para que el Gobierno de un país neutral cualquiera sacrificase los derechos de la imprenta a la satisfacción del Estado germánico. Si se habla ahora con mayor libertad de los horrores alemanes es porque se ha alejado el peligro de la hegemonía alemana. Si aún no se habla con libertad completa es porque ese peligro no ha desaparecido aún totalmente. La violación del derecho de gentes es sólo absolutamente censurable desde el punto de vista moral, que es el supremo. Desde el punto de vista de la eficacia es sólo relativamente censurable. El terrorismo puede salir bien o mal, según que la victoria del terrorista sea completa o incompleta. Esta vez ha salido mal. Pero ha podido salir bien. Desde luego es explicable el empleo del terrorismo cuando se basan los cálculos del terrorista en la seguridad de una victoria completa y se utiliza el terrorismo como instrumento auxiliar de la victoria, que es como los alemanes han tratado de utilizarlo en Francia y Bélgica.
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