is a n Corriendo los tiempos, el tirano esclavo ha llegado a proclamarse a muy altas voces, para ver si así se convencía a sí mismo, sobrehombre, es decir, no hombre, inhumano. el esclavo tirano puede proclamarse bajo hombre o sub hombre. lo mismo da una cosa que otra. Lo libre es ser hombre, todo un hombre, nada menos que todo un hombre y no estar ni por encima ni por debajo de la humanidad. Porque la libertad y la dignidad humanas lo mismo se pierden por encima que por debajo. Es como ser semi dios, que equivale a ser semi hombre. todo hombre o todo dios o todo dios y hombre a la vez, como del Cristo dice la teología, pero no mitad hombre y mitad dios. Eso es una monstruosidad como la del centauro a quien deben despreciar los hombres y los caballos.
Sir Teodoro Cook, en su libro La señal de la bestia (The Mark of the Beast) dice que la pretensión de ser sobre hombre o sea raza superior y pueblo escogidoproviene de «un pueblo esencialmente servil. que prefiere un policía a una política y un príncipe a cualquier principio» a policeman to a policy and a prince to any principle. de hecho la señal del pueblo con alma de esclavo o de rebaño es su desinterés por la política, su apoliticismo, su desdén al Parlamento, y todo lo que distingue a nuestros neutros, a esos neutros tan fustigados por Costa antaño y por Maura hogaño.
Ved un pueblo que, según su reglamento de 1871, debe tener un diputado por cada 100. 000 habitantes y, teniendo 60 millones, no tiene sino 397 diputados. En 1878 su Parlamento rechaza la ley contra los socialistas y es disuelto. En 1888 se propone esta cuestión: ejército imperial o ejército parlamentario. en vez de conceder los créditos militares por cinco años, los vota por tres y es disuelto. En 1893 rechaza créditos para armamentos y es disuelto. En 1907, al rehusar votar gastos para política colonial, nueva disolución. En 1908 protesta de palabras indiscretas del soberano y éste proclama el 25 de Agosto de 1910 que no ha recibido el poder sino de Dios y no del Parlamento ni del pueblo ni de las decisiones de los 29 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.