hospita «ley de decir interna tuo acu costum egoísmo está sal a las re No «miedo ración los hori indeclin lo mism nerse la había y en efecto, de un libro escrito mucho antes de la guerra (la edición sobre la cual se escriben estas páginas es del año 1902) y en que aparecen justificados todos los horrores cometidos en esta guerra por los alemanes. Pero sólo a la luz de la doctrina luterana de la salvación. Del mismo modo que no se nos ofrecen ni la ley ni obra alguna sino Cristo solo, nada se requiere de nosotros sino la fe sola, con la que aprehendemos a Cristo y creemos que nuestros pecados y nuestra muerte están condenados y abolidos en el pecado y muerte de Cristo. Lutero. y a la de la doctrina luterano hegeliana del Príncipe y del Estado (en el Príncipe inside, según Lutero, toda la autoridad coercitiva y todo el poder del Estado y ninguna organización separada puede existir más que por su acción o autorización, y el Estado es, para Hegel. la substancia moral consciente de sí misma, la voluntad racional y divina que se ha organizado una personalidad. las instrucciones del Kriegsbrauch im Landkriege no se nos aparecen ya meramente como un exabrupto de militarismo sino que comprendemos que, desgraciadamente, tenían razón, por lo menos en cuanto a los principios, los 93 intelectuales alemanes que proclamaron la identidad del militarismo alemán y la cultura alemana.
El punto central en la doctrina del Estado Mayor Alemán es que no admite la existencia de leyes internacionales que moderan la guerra. La «introducción» reconoce la existencia de acuerdos tradicionales conocidos por los nombres de «usos de la guerra. costumbres de la guerra»
o «maneras de la guerra. Lo que no reconoce es la existencia de la «ley de la guerra. Hé aquí sus palabras. En el curso del siglo xix se ha tratado a menudo de desarrollar, extender y hacer universalmente obligatorios los usos de la guerra ya existentes; de llevarlos al rango de leyes obligatorias para naciones y ejércitos; en otras palabras, de crear un codex belli; una ley de la guerra. Todos estos intentos han fracasado completamente hasta ahora, con pocas excepciones, que mencionaremos después (las referentes a la Convención de Ginebra sobre heridos y. introduc modera Lo es que cionales se opor «pensan no mei duzcan lo que de la represal Esta propósit la bruta Estado jefes y las conv los suyo reciproc ninguna 18 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.