Capitalism

ese sistema envuelve una amenaza y un peligro para las naciones.
En cuanto a que la intervención pudiera ser, como dice el doctor Tovar, negándose a lo menos el reconocimiento de los gobiernos de hecho, tampoco puede aceptarse. Establecer esa medida como sanción y correctivo sería muy peligroso, y, además, estaría en pugna con principios claros y precisos del derecho internacional, puesto que cada Estado, en virtud de la autonomía de que goza, es el único llamado a juzgar y resolver en cada caso sobre la legitimidad de su gobierno y la obediencia que debe prestársele a sus leyes.
Muy necesario y provechoso es procurar por todos los medios el estrechar y robustecer las relaciones de los países de este continente; pero para que esa unión sea firme y estable es preciso que tenga por sólido e inconmovible fundamento el mutuo e inalterable res peto de sus derechos.
La popularidad, dando a la palabra el sentido favorable, es el criterio más falaz que pueda sér escogido. Ella viene, crece, decrece, se va, sin que nadie hasta hoy conozca las leyes de la veleidad de las masas. Ningún hombre con dos dedos de frente aceptará jamás que se le juzgue por su popularidad. Ahí está la Historia de todos los tiempos y de todos los lugares para enseñarnos lo que vale la popularidad. Se atendrá entonces, el Estado interventor, a la Constitución política del país en que va a intervenir? Seria lo único admisible. Seria juicioso, pero no fácil. No acabamos de ver cómo, en el caso de la designación de don Alfredo González, no supieron interpretar nuestra propia Constitución jurisconsultos de la talla de don Ricardo Jiménez y autores en parte de la misma Constitución. Qué tendríamos que esperar de los jurisconsultos extranjeros?
Con menos disimulo que los nacionales, torcerían ellos a su antojo y conveniencia.
Arturo Campuzano Márquez Eos, nº 45. Peor que Bélgica. Cuál será el criterio del interventor?
Aceptada la doctrina de la intervención tal como la deseaba el doctor Tovar, COMO SALVAGUARDIA DEL ORDEN CONSTITUCIONAL en los Estados pequeños. cuál habría de ser el CRITERIO para el Estado interventor?
Descartemos el criterio de popularidad, porque la popularidad de un presidente no depende necesariamente de la legalidad de su poder.
Bélgica, obligada a escoger entre el militarismo alemán con sus inconvenientes palpables y el capitalismo inglés con otros inconvenientes. optó por el capitalismo inglés, se sacrificó y. SE SALVÓ.
Se salvó, decimos, porque optó por lo mejor. El capitalismo constituye un progreso sobre el militarismo. La fórmula del progreso, solamente la biologia puede dárnosla: EL MAXIMUM DE LIBERTAD PARA EL INDIVIDUO, DENTRO DE LA AGRUPACIÓN MÁS SOLI350 351 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.