de extorsionar a los pequeños, ejerciendo ese supremo derecho de inspección que se arroga Mister Wilson. Eos, 42. En general, no es el conocimiento de los derechos de las naciones lo que falta en la vida internacional; lo que falta es el que ellos sean respetados.
Francisco José Urrutia, ex Secretario de Relaciones de Colombia «Pocos discutirán la Declaración de los derechos de las Naciones, hecha por el Instituto, pero sí serán muchos los que se pregunten. Si el Instituto de Derecho Internacional Americano persigue como fin inmediato y práctico el restablecimiento del reinado absoluto del Derecho entre las naciones americanas, y hay uno o más casos en que por la violación de los derechos que el Instituto proclama, el orden moral y material ha sufrido honda perturbación en la vida internacional de América, zno requerirá el restablecimiento del reinado del Derecho, que se intenta, una labor previa, inicial, es decir, la de procurar que se restablezca el orden anteriormente violado. Cabe siquiera concebir que se quiera afianzar el imperio augusto de los grandes principios de justicia, sobre la bancarrota moral de aquellos mismos principios y el atropello de ellos, sancionado y obstinadamente sostenido. La común adopción de principios, y más aún la de leyes internacionales, constituye un gran progreso moral; pero éste no será efectivo sino cuando esos principios y leyes tengan sanciones que los garanticen, y cuando haya manera práctica de aplicarlos, de impedir que se violen y de imponer sanción a quienes los violaren.
No dejaremos de citar otra vez el artículo escrito por el conocido y eminente ex Secretario de Estado Ricardo Olney en The North American Review de Enero de 1916, con el título de Nuestra política en América, artículo en que se encuentran estas apreciaciones. Los procedimientos que los Estados Unidos se han visto en el caso de adoptar, con algunos de los pequeños y menos desarrollados Estados de América, para compelerlos a cumplir sus deberes internacionales, indudablemente han provocado un malestar creciente en todos los Estados americanos. Estos comprenden que aquellos procedimientos, aunque provisionales y quizás inspirados en benéficos propósitos, resultan de suyo desastrosamente amenazadores para el porvenir, e indican ambiciosos proyectos de parte nuestra, incompatibles con la dignidad y la seguridad de aquellos Estados independientes. ES EL SENTIMIENTO DE LA INJUSTICIA LO INSOPORTABLE PARA TODOS LOS HOMBRES. En el discurso pronunciado por el señor Elihu Root, el 28 de diciembre de 1915, ante el Instituto Americano de Derecho Internacional, en su alto carácter de Presidente de la Sociedad Americana de Derecho In346 347 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.