otorgarles el reconocimiento como constituyentes del Gobierno de Costa Rica. Con el fin de corregir cualquiera impresión semejante, la cual es errónea en absoluto, el Gobierno de los Estados Unidos desea hacer saber clara y enfáticamente que no ha alterado la actitud que ha asumido en referencia al no reconocimiento de aquellos mismos ciudadanos de Costa Rica, que les fué comunicada en febrero de 1917, y desea hacer saber además que esta actitud no será alterada en lo futuro. Fijese el lector. ESTA ACTITUD NO SERÁ ALTERADA EN LO FUTURO!
Lord Salisbury, cuando tenía que hablar, pensaba antes en LO QUE NO DEBÍA DECIR.
fragmento de la declaración hecha por el señor Presidente de Costa Rica a sus conciudadanos el día de Mayo último: Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, Guatemala, Haití, Honduras, México, El Salvador y la República Oriental del Uruguay, en este continente. y Alemania, Austria Hungría, Dinamarca, España, Paises Bajos, Portugal, Rumania, Suiza y la Santa Sede, en el Viejo Mundo, reconocieron al nuevo Gobierno Constitucional de Costa Rica por medio de las autó grafas de estilo de sus Jefes de Estado o Soberanos.
Ese acto de veinte naciones de la tierra implica necesariamente que el proceso de los acontecimientos políticos realizados en nuestro país desde hace más de un año, fué y ha podido ser apreciado con justicia im1 Porteriormente, el Perú. Nota de Eos.
334 parcial en el exterior; y tiene que pesar en la balanza de la historia internacional, como un contingente poderoso de razón que abona la causa de Costa Rica y enaltece la legitimidad de sus determinaciones nacionales.
El abuso de fuerza Trátese de individuos o de Estados, en moral no caben normas diferentes. El procedimiento que obedece a una regla de justicia se reconoce sin esfuerzo en que no defrauda una expectativa razonablemente establecida (V. Eos nº 68, Granger Hastings) y en que puede ser empleado con igualdad. frente al débil y frente al fuerte. Podría el Gobierno de Washington dirigir al gobierno de un país igual o más fuerte que los un recado semejante al que ha enviado a Costa Rica? Evidentemente No. Porque equivaldría entonces a un desafío, y la guerra estallaría al punto; LA GUERRA POPULAR, aun dado que ese país estuviera descontento de su gobierno.
Por consiguiente, al dirigir los EE. UU. su recado a Costa Rica, cometen un abuso de fuerza y una injuria a la conciencia nacional.
Habrá inconscientes y ciegos en Costa Rica, pero los que no lo sean sentirán a estas horas la indigna.
ción de quien recibe una bofetada. Un gobierno propio, malo o bueno, es un accidente que pasa, que tiene que pasar; mientras que la intervención del extraño resulta siempre un mal cuyos efectos nadie puede medir, porque entra en juego la vida misma de la nación.
335 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.