que ciertamente no es la elevada de Cansinos Assens nos dice en tono doctoral: olvidad a ese poeta, es cursi, es anticuado; leed a este otro innovador que contraría las leyes del ritmo y de la acústica, que emplea un lenguaje que no se presta al análisis gramatical, que os recomienda el desdén a las cosas reales, el alcoholismo, la conducta irregular, la lucha de fieras, el desprecio a la disciplina mental, las sacudidas epilépticas, o a este otro que os aburre con sus perturbaciones cerebrales y divagaciones incoherentes, y nosotros bajamos la cabeza y nos resignamos a la reprimenda; no sabemos de la nueva ciencia crítica ni se nos alcanza la indudable finalidad de la flamante técnica, que llama a Virgilio histrión vulgar, a Víctor Hugo declamador inocuo. Pero guardamos los libros queridos de nuestros poetas. Sabemos que todos los seres humanos no somos iguales, ni lo son las circunstancias de nuestra vida accidentada y variable, y sospechamos que no puede haber modas literarias para quien vive de sus propias venturas y penas y mira respetuosamente todas las cosas y todas las ideas bajo la especie de la Eternidad.
ANTONIO ZOZAYA ración de los hombres. Quitadle este elemento de vida, y es una sombra, una nada, infecunda, inútil.
Los legisladores, respetando religiosamente la Constitución en leyes secundarias, los gobernantes ejecutándolas con lealtad y removiendo los obstáculos que se presenten, los tribunales haciendo positivas e inviolables las garantías por medio de una administración de justicia recta e impasible, los ciudadanos rodeando siempre las instituciones y el Gobierno, y dispuestos a prestarle su contingente en luces, intereses y servicios, hé aquí la acción que realiza la idea política, hé aquí los elementos de vida necesarios para que una constitución se consolide y fructifique, sin los cuales la mejor calculada forma de gobierno, central o federal, es infecunda, inútil. Asi las instituciones, distribuyendo los poderes y fijando los derechos, fundan la confianza y despejan el campo, para que de concierto y combinadas obren y se ensanchen las otras fuerzas sociales, a cuyo cargo están el movimiento de las ideas, la instrucción y moralización de los pueblos y el desarrollo y crecimiento de la industria, la marcha en suma de los intereses, que recibe su impulso de dos principios: la inviolabilidad del derecho individual y la constante labor de los hombres civilizados.
VICENTE CÁRDENAS Eminente hombre público de Nueva Granada (Colombia) y uno de los fundadores del partido conservador colombiano.
LETRAS, revista mensual: Director, Vicente Medina. Dirección, Presidente Roca, 1249, Rosario de Santa Fe (Rep. Argentina. Recomendable publicación por su selecto material. 32 páginas, 20 céntimos. De venta en la Libreria Falco Borrasé, Avenida, Este, 42, San José.
Formas políticas La forma política no es más que una combinación intelectual, una idea que recibe toda su fuerza efectiva y su fecundidad social de la asidua y fiel colabo378 319 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.