Liberalism

ſpera de bellotas desprendidas, los que aliados a Marroquín. y Fernández se llamaron civilistas, los que concurrieron a las Asambleas reyistas a pedir ro años de tiranía y el cadalso, los que se apellidaron republicanos para combatir la reconstrucción del Partido que con acierto y brío emprendiera Uribe Uribe; alli están también los que saben volverle al jefe la espalda cuando no tiene más que darles. allí los de la nómina, allí los que en bien del interés personal sacrificaron siempre la organización y marcha del Liberalismo, ayer con Marroquín y Fernández, con Reyes, con Restrepo y Roa, con Concha, y que hoy pretenden hacerlo una vez más con Pinto, Acosta y Valencia. de dos hermanos del que sólo hoy, y tal vez sólo aa hoc, es para ellos «grande hombre. Ni qué prendas puede dar de ser un justiciero man.
datario el Dr. Valencia, quien sólo ansía «el mantenimiento de ciertas normas de gobierno. que sólo pueden esperarse, según dice el mismo Valencia, de un gobierno controlado por Pinto, el tiranuelo de que habló el Sr. Caro, y Abadía, en cuya «alma espantan de día. según decir del mismo señor Caro. Qué garantías pudiera dar un gobierno controlado por Pinto, ACOSTA, Abadía, Fernández, Correal y el mismo Valencia, si todo un pasado está diciendo lo contrario, lo que ellos fueron, que bien nos dice lo que serán mañana?
El hecho de que la cuchilla española haya caído sobre el cuello del abuelo de Valencia, nada dice a la generación actual que vió al nieto contribuyendo a cegar cabezas de liberales. prestando brazo fuerte al mantenimiento de ciertas normas de gobierno. Yo tengo muchas acciones en los fusilamientos. ha dicho él. Qué fe puede tenerse en los iniciadores del movimiento coalicionista, cuando barajados con los nombres ya mencionados, vemos los de todas las aves negras? Allí unido a ellos va todo lo que Botero Saldarriaga bautizó con el nombre de «particularismo liberal. listo siempre a dar el golpe de gracia cuando va a coronar la altura el Partido.
Allí están los que han usado de segundo apellido para buscar arrimo a la Encina de la tradición, en es¿Quién habla asi? Uno que tiene títulos para hacerlo: Julián White URIBE. Sangre de patriotas ilustres de verdad corre por sus venas, es inteligente, es ilustrado, es hombre de trabajo, es joven, es liberal. Nadie puede recusar su competencia, porque, además, no es político ni medra con la política.
Tales los hombres notables de la «coalición fragmentaria» con el varón consular a la cabeza. Pero es bueno decir que, al lanzar Herrera la candidatura de Guillermo Valencia, quedaron acéfalos la disidencia y el republicanismo. Davila, Flores, los Casas, CARLOS RESTREPO, Araujo, Carreño y otros se separaron de la coalición. Quedaron en ella los hombres señalados por White Uribe, los hombres sin principios o los que los ponen al servicio de sus particulares intereses y aspiraciones. estos hombres Benjamin Herrera 311 Uribe Uribe, Pedro León Acosta, 310 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.