los disgustos que su posición le acarree. será que nuestra insignificancia es tal, que nos prive del derecho concedido hasta a la prensa coalicionista colombiana de segundo y tercer orden para juzgar a su modo a un «preclaro varón» que, con presidencia o sin presidencia, siempre resulta cortado a la medida de los hombres de Plutarco y raya a la altura de las más grandes inteligencias de América? Esto debe de ser y, reconociéndolo así, vamos a ceder nuestro puesto a un escritor liberal con autoridad suficiente para decirnos lo que es la «coalición fragmentarias y sus hombres: ral doctrinario (perdón si no usamos las mayúsculas. el partido liberal doctrinario es el bloque liberal. La Unión Conservadora (victoriosa en las recientes elecciones presidenciales. como la Liberal, NO SE HAN HECHO NI SE HARÁN. concluye muy orondo, el señor Noriega: Es claro, pues, que el Doctor Suárez no obtuvo ni los votos de los conservadores genuinos, menos aún pudo obtener los de los liberales. El señor Ministro de Instrucción Pública debería nombrar al señor don Noriega, profesor de lógica y debate, como encouragement a su literatura epistolar.
Después viene una lección o regaño al director de Eos; él verá si la o lo acepta. luego, a propósito de la nota que pusimos a Los Gramaticales, nota que destila odio y despecho (adespecho porque obtuvo la victoria electoral el partido de nuestras simpatías? Seria curioso. Odio? Siempre en la patria del señor Noriega, que nos dicen ser Colombia, fueron magnánimos los vencedores, y si éstos no sienten odio ¿por qué lo hemos de sentir nosotros. se nos echa encima con esta frase de su cosecha. Miren que se necesita de un tupé (desfachatez, descaro) como ol de Quintiliano para expresarse asi de un varón consular como el ilustre General Benjamin Herrera. por qué se necesitan desfachatez y descaro para hablar de un hombre público y del partido que lo sigue?
Ignora el señor Noriega que el hombre público al público pertenece y que toda su persona queda expuesta, desde que tal carácter asume, a la crítica social y a los juicios de la opinión y a las apreciaciones de la prensa, sin que ni él ni nadie pueda quejarse de «Dormidos, que no muertos, los gusanos de la envidia ayer sólo destilaron odio; sólo esgrimieron nuestros hombres del coalicionismo la diatriba, el insulto y la calumnia contra la persona y la obra del «Mártir del Capitolio. hoy se invoca su nombre; lo esgrimen como arma de combate: tal vez pretenden, abroquelados con él, saltar a la arena a combatir la obra misma del apóstol.
Para el coalicionismo valencista toda especie de armas es buena; se hinchan adhesiones con firmas supuestas que obligan a hacer protestas en masa como ha sucedido en Santander. en circular telegráfica esparcen descarado embuste afirmando que el doctor Lombana Barreneche ha renunciado la candidatura con que el Partido liberal le honró para salvarse y honrarse a sí mismo, y valiéndose, sabe Dios de qué artes, asaltaron la buena fe, el desinterés, el alejamiento de la política que desorienta a los hombres, Uribe Uribe.
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