antemano. Si somos crueles alguna vez, será «porque nos da la real gana. pero es para arrepentirnos en seguida. Lo que no nos es ni concebible, es la crueldad pedante, impuesta por sistema y realizada por temperamentos naturalmente afables. Nos es posible ser crueles por sueño alan por instinto; nos es imposible serlo por convicción. Lo que la convicción nos dice es que, en caso de que realmente seamos crueles, tenemos que hacer un esfuerzo por curarnos. La crueldad podrá ser, en todo caso, nuestro vicio; pero no hemos tratado nunca de erigirla en virtud. Sigue. Abreviado por Eos)
RAMIRO DE MAEZTU todo otro razonamiento respecto del asunto.
De otra parte tengo que reconocer, aunque me duele, que hay españoles a los que el espectáculo de una política de dura represión no les es desagradable.
Somos raza de nervios irritados, quizás por la inclemencia de nuestro clima, quizás por la pobreza material de nuestra vida, quizás, y esto es lo más probable, porque no hemos educado ni refinado nuestra sensibilidad del dolor ajeno en tan alto grado como nuestra sensibilidadad artística. Nuestros niños lloran, nuestros gatos arañan, nuestros perros ladran, nuestros carreteros apalean las mulas y juran por torrentes. Muchos somos soñadores, y soñamos que el mundo se arreglaría si desapareciesen de la tierra los que piensan de otro modo que nosotros. Hay quien sueña con acabar con todos los hombres que no van a misa, quien sueña con exterminar a los que van, quién con matar a los socialistas, quién con despedazar a los capitalistas, quién con una degollina de ministros y ex ministros.
Soñamos, en suma, con suprimir al enemigo, y cuando vemos, a distancia, que hay un pueblo que hace lo que nosotros imaginamos que quisiéramos hacer, sentimos una satisfacción análoga a la que nos produce una novela o una obra de teatro, en la que el héroe se sale con la suya.
Pero una cosa es soñar y otra querer. Si a menudo soñamos con la crueldad política, rara vez la hacemos efectiva, como no sea al impulso momentáneo de un arrebato pasional. Pasado este arrebato, nuestras simpatías se vuelven inmediatamente en favor de la victima. Lo que no concebimos es la crueldad fría, sistemática, con arreglo a plan madurado e impreso de Ideal y Filosofía II Oigamos ahora la palabra de un escolástico, amado y admirable: el Cardenal Mercier.
Después de explicar por qué la causencia de una filosofia hecha y adecuada a los resultados actuales de las ciencias. hace que algunos desconfien o se alejen de la especulación filosófica, dice 1: Cuanto más retroceden los límites del mundo observable, tanto más tenemos conciencia de que nos falta una explicación de conjunto (Rodolfo Eucken. Los antiguos y eternos problemas se nos imponen con re1 Copiamos lo más interesante, suprimiendo todo lo que no cabe en una pequetia revista. Introduction a la Philosophie y Logique, Mons.
Mercier.
300 301 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.