terra en el siglo xix. cuánto lo dudo. si es cierto que Alemania se liberaliza, mientras Inglaterra vuelve hacia los siglos XIV y xv y los Estados Unidos toman el atajo del suicidio económico, démonos por derrotados! Esta vez, como siempre, habremos de quejarnos más de nuestros errores y flaquezas que de las balas del enemigo. Démonos por derrotados, dije? Pues dije una necedad. Si Alemania se liberaliza y triunfa por ello, sea en hora buena! Ganamos Ud. y yo. Lo importante es la victoria de la libertad. Y, no le quepa duda a Ud. ésta triunfará a la larga, bajo una u otra bandera. De qué servirá hacer frente al enemigo exterior si el enemigo de adentro nos desbarata?
Si me fuera dado escoger, preferiria ser devorado por los leones, antes que deshecho por los gusanos.
CH. WAGNER CORRESPONDENCIA DE EOS No sé responder, Señor, a sus preguntas.
Durante los últimos 20 años precedentes al de 1914, los presagios de desgracia habíanse hecho lo bastante patentes y numerosos para que la declaración de guerra pudiera sorprender a una persona mayor de edad.
Para predecir con certeza un cataclismo, habría bastado el fijarse en el incremento que tomaban las diversas formas de anti intelectualismo y de socialismo de Estado. Cuando el individuo se acobarda y pierde la cabeza, y, desconfiando de la razón y de la ciencia, pide consuelo a la superstición y luz y pan al Estado, la tempestad está cerca. La regla no falla. Esas cosas vienen siempre juntas.
Estallada la guerra, pensé, con dolor, que Francia no podría resistir militarmente a Alemania.
Organizada la alianza anglo francesa y detenido el primer avance alemán, creí que dicha alianza lograría la victoria, poco a poco, con tiempo y con inteligencia.
Hoy, me encuentro perplejo, Señor.
Si es cierto lo que Ud. dice: que «Alemania comprende ya el secreto del engrandecimiento de Ingla286 II. No habrá, pues, manera de entenderse? Yo no niego los hechos que Ud. ha observado. Cómo negarlos? Lo que niego rotundamente es la EXPLICACIÓN que Ud. les da. La disciplina científica que Ud.
desprecia, es precisamente la condición indispensable para «hacer ciencia. La disciplina científica no consiste en negar la existencia de las cosas que uno no ha to.
cado; dicha disciplina consiste en negar las explicaciones contrarias a lo que uno sabe. Ni en filosofia ni en ciencia puede decirse yo creo; lo único que cabe decirse es se o no sé. Yo sé que y son Yo sé que cuando un cuerpo elástico choca contra un obstáculo y se refleja, el ángulo de reflexión es igual al de incidencia. La cantidad de cosas que no sé es inmensa.
Puedo creer lo que se me antoje acerca de los hechos que Ud. dice haber observado; pero, científicamente, DEBO RECHAZAR una explicación según la cual ni y son cuatro ni el ángulo de reflexión es igual al de incidencia.
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