El hálito me dice de brisas pasajeras que fueron como liras rimando sus romanzas, ese hálito revive mis viejas añoranzas, cargadas de perfume de lis y de quimeras.
Columpian en el aire su orgullo los manzanos, avanzan, de retorno, dos fuertes labradores, traen olor de yerbas prendido de las manos.
Un joven limonero, cubierto de blancores, se apresta para darles fragancia a los veranos, frescura a los labriegos, al céfiro sus flores.
El mismo León XIII, inmortal de santa memoria, cantó en verso clásico muchas cosas cristianas, y apenas pasó día, o descanso nocturno, sin acariciar, con sus bellas manos de seda, un célebre Horacio de bolsillo, que ya será reliquia en la Biblioteca Vaticana.
Vengamos ya a la cita latina y su aplicación a um par de sonetos, costarricense el uno, de Lisimaco Chavarría, y el otro francés, de José María de Heredia.
iQuién sabe si algún intelectual de los nuestros me pondrá en la Edad Media, como a seminarista y por ende enterado de latín, francés y castellano!
Lo cierto es que Chavarría hizo un soneto que me parece bueno, y más que bueno, superior en fondo y forma, sin embargo de ser francés el verso alejandrino que usa, como no sea puro castellano del siglo xiv, a lo de Gonzalo de Berceo, que los fizo por la quaterna via, según se ortografiaba entonces.
Proporción guardando, digo que nuestro poeta nacional, desconocedor del francés rey del soneto, pone un grato sabor local, un ambiente de montes virgenes, un olor campestre, en su recién publicado soneto Aromas de montaña, que recuerda Brise marine, de Heredia, a quien lo haya leído una vez. continuación se inserta uno y otro. Entienda.
quien puede.
BRISE MARINE hiver a défleuri la lande et le courtil.
Tout est mort. Sur la roche uniformément grise, Où la lame sans fin de Atlantique brise, Le pétale fané pend au dernier pistil.
Et pourtant je ne sais quel arome subtil Exhalé de la mer jusqu moi par la brise, un effluve si tiède emplit mon cour qu il grise.
Ce souffle étrangement parfumé, où vient il?
Ah! Je le reconnais. est de trois mille lieues Qu il vient, de Ouest, là bas où les Antilles bleues Se påment sous ardeur de astre occidental; Et ai, de ce récif battu du flot kymrique, Respiré dans le vent qu embauma air natal La fleur jadis éclose au jardin Amérique.
AROMAS DE MONTAÑA Hay un aliento puro que viene de las eras contándome la vida de campos de labranzas, en donde cada itabo empuña treinta lanzas, en donde cada nube se rasga en dos banderas.
Así canta el eximio vate de Los Trofeos, el español francés hijo de Cuba y descendiente de poetas y conquistadores. Su educación católica en la religiosa 283 282 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.