mente necesario en tiempo normal, se hace insuficiente en tiempo anormal, y se llega así a las crisis de escasez y a la agravación del pauperismo. Castelein, ibid. LAFOSSE y ELIAS JIMENEZ ROJAS DON CARLOS GAGINI Hijo de don Pedro Gagini maestro de obras suizo y doña Emerenciana Chavarria, nació en San José, en el mes de mayo del año 1865. Por parte de madre, pertenece a la familia del ilustre Ministro de Instrucción Pública don Mauro Fernández y de los señores Chavarria Mora.
Don Carlos Gagini se desarrolló con sana precocidad.
Era un niño y parecia un adolescente, robusto, entendido y juguetón cual pocos. Llegado apenas a la pubertad, tenia ya el aspecto de un hombre hecho, no obstante su irresistible propensión a la risa, propensión feliz que ha resistido al avance de la edad, según se observa en las personas de muy lozana imaginación.
Contaria unos 17 años cuando terminaba los estudios de Colegio y, muerto el padre, se ponia al frente de su casa, atendiendo a madre y hermanas, con la exigua ganancia que le producian sus primeros servicios en la enseñanza pública y en la privada. Durante los treinta y cinco años transcurridos de entonces a hoy, no ha cesado don Carlos Gagini de esparcir sus luces y sus bondades.
Muy joven también, contrajo matrimonio con la bella sefiorita Anita Mora Cañas, formando un hogar en el que han reinado perennemente la placidez y la buena armonía.
Fué mi maestro de gramática en una de las escuelas primarias privadas que habia en Costa Rica antes de la centralización ministerial de la enseñanza.
Fué luego, aunque por muy corto tiempo, mi maestro de latin en el «Instituto Nacional. de grata memoria. Y, por último, fué mi maestro particular de filosofia en los meses siguientes al de mi salida del Instituto Universitario. poco antes de su clausura.
Más tarde, a mi regreso de Francia, trabajé bajo su dirección en el «Liceo de Costa Rica» años 1895, 6, como profesor de fisica, química e higiene. Puede el discipulo y profesor subalterno emitir una apreciación justa respecto del antiguo maestro y director? Pienso que si en mi caso: cuando han pasado muchos años, cuando se ha viajado mucho, cuando se ha conocido muchos hombres y establecimientos de enseñanza y, sobre todo, cuando las circunstancias son tales que la gloria del maestro o director no puede recaer sobre el discipulo o subalterno que habla. Voy, pues, a emitir mi apreciación, en cortos términos.
Como profesor de idioma costarricense y de filosofia, don Carlos Gagini ha realizado el mejor tipo de su tiempo, tanto en el campo de la enseñanza escolar (en todos nuestros principales establecimientos) como en el de la enseñanza por el libro campo muchisimo más extenso e importante.
Ahi están para probar esta última afirmación las obras ya publicadas: El Vocabulario de los niños (2 volúmenes)
EI Vocabulario de las escuelas El Lector Costarricense (4 volúmenes)
Elementos de gramática castellana (34. edición)
Ejercicios de Lenguaje castellano Diccionario de barbarismos y provincialismos de Costa Rica.
La lengua de Térraba Los aborígenes de Costa Rica Nociones de Psicologia y pronto lo estarán las dos obras inéditas: Diccionario de costarriqueñismos y Curso de filologia castellana.
Como director de escuelas o colegios, no merece don Carlos Gagini un elogio comparable al que acabo de tribu255 Don Carlos Gagini es mucho mayor que yo, en estatura y en ilustración. Todos lo sabéis. Lo que no sabéis es que la diferencia en años no pasa de cuatro.
254 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.