expectativa establecida ordinaria, pero que la justicia ideal es algo más y diferente. Lo es, en verdad, pero sólo una variación de la misma cosa. Si la justicia corriente es la armonía con las expectativas razonablemente establecidas, LA JUSTICIA IDEAL ES LA ARMONÌA CON LAS EXPECTATIVAS IDEALES.
Cuando llegue el tiempo en que la Ley de Oro sea un fenómeno tan natural como es ahora la obediencia a los diez mandamientos, y lo que prescribe se considere razonable expectativa, el precepto de San Mateo se erigirá en base de los requisitos legales. El progreso que se ha efectuado en los tiempos históricos no alimenta la esperanza de que lo veamos realizado durante nuestra generación; pero progreso ha habido. No cree el lector que la declaración del primer tratado de la ley inglesa de Glanville, en el siglo xir, según la cual la ley no puede tener en cuenta una cosa tan frágil e indigna de confianza como el convenio verbal o escrito, significa algo cuando se compara con la justicia de nuestros días. No prueba la diferencia un progreso hacia el cumplimiento de los compromisos?
Creo oír a alguno rebatir, al menos mentalmente. Bien; y ja qué conduce que, al llamar justo un acto de legislación, de adjudicación o de conducta personal, queramos significar que satisface una expectativa razonable y razonablemente establecida. Por qué no decir en cada caso: es justo y hágase de acuerdo con ello. Esto equivale a hacer retroceder un paso el problema y resolverlo en varios. Hace mucho tiempo que efectué mi primera visita a un laboratorio físico, donde pude observar en tubos de vidrio algunas películas que se empleaban para hacer visible la corriente entre baterías galvánicas. Se nos explicó que la corriente se debía a la generación de energía eléctrica, en cantidades desiguales, por acción química en los polos; y que la corriente era el exceso de la acción más fuerte una vez que ambas habíanse igualado. Apenas atendimos a la demostración de la causa de la corriente galvánica, y nos volvimos a cosas diferentes. Sólo al tratar del mismo asunto algunas horas después, comprendimos la serie de dificultades que la investigación encerraba. Era cierto que la acción química de los polos es diferente en las substancias diferentes. Por qué? Los varios grados de combinación y reacción químicas, causaban realmente variaciones de energía eléctrica, que las acompañaban. Debíase la corriente a la tendencia a emitir el exceso de la diferiencia entre ambas cantidades e igualarse en los polos y los hilos de conexión?
y por qué? Mi actitud respecto de este asunto había cambiado enteramente. No era ya un misterio sobre el cual reflexionar sino una serie de problemas que investigar y comprender hasta donde fuera posible.
Si no puedo demostrar una vez por todas y definidamente cuáles son las expectativas razonables y establecidas, no estoy en caso más ventajoso que aquellos que hubieran de definir lo que es la belleza o la bondad; y como ellos apelaré al consenso de la humanidad hasta que se presente o sea sugerido un resultado mejor de la observación o el análisis, o de ambos. Mientras tanto, he relacionado al menos la justicia con la concepción más vasta de lo «razonable, que se aplica en muchos casos en que la justicia no entra.
Si alguno me pregunta por qué el consenso de la humanidad mira como razonable la expectativa y la de240 241 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.