condición que la de abandonar el propósito de restaurar las divisiones antiguas, condición tan justa y tan obvia, que no se comprende cómo algunos no la aceptan. Además, ha de buscar la concordia nacional de los partidos en favor de la paz pública, la cual es indispensable no sólo para el bienestar, sino para la conservación de nuestra Patria. La Unión es también una tendencia hacia la paz internacional, en virtud del apoyo que la opinión conservadora dispensa al Gobierno y al Congreso en la tarea de buscar soluciones equitativas a las principales diferencias que han estado pendientes entre Colombia y otras naciones. por último, debiera ser decidido esfuerzo en pro de otro concierto de carácter social, que atendiera a las relaciones entre el Estado y la Iglesia, y que se encaminara a conseguir que los derechos mutuos de las dos autoridades fueran reconocidos y consagrados por los diferentes partidos en forma definitiva. Si la Unión conservadora logra cooperar eficazmente en estas saludables conciliaciones, su nombre corresponderá a una realidad tan benéfica y tan bella como el cielo.
Muy bien hacéis, jóvenes del Centro conservador universitario, en meditar sobre el plan de la instrucción que recibis, porque de él depende en mucho el bien de la sociedad y vuestro propio bien. Pedid luz y más luz para vuestros entendimientos bajo la forma de maestros, libros, métodos y ejercicios cada día mejores.
Aspirad a eso tocios vosotros: los que os preparáis para la profesión que es sacerdocio de la justicia y milicia del derecho; los que os apacentáis en las ciencias exactas, que son el alimento más sustancioso del espíritu y el manantial más fecundo de la prosperidad 198 pública; los que cultivando las ciencias naturales, estudiáis los arcanos de la vida para luchar con la muerte y hacer con la caridad alianza; los que habéis escogido como porción el estudio fundamental de la filosofía y la literatura, forma sustancial de lo verdadero, lo bello y lo bueno. Fomentad en vuestro pecho la noble ambición del saber y agitad vuestros espíritus en torno de ese fanal, cuya luz procede del cielo y alumbra para avanzar hacia los astros.
Pero también debéis aspirar a que se os infunda, por medio de lecciones y ejemplos, el hábito del deber, del cual irradian el honor, la magnanimidad y la práctica de las virtudes públicas y domésticas. Reclamad para vuestra educación cuidados todavía más solícitos que para vuestra instrucción científica, porque la primera tiene mayor influjo sobre vuestra dicha. no olvidéis que el deber, absoluto algunas veces, sólo puede tener como base adecuada y suficiente la fe de la Regla Suprema y la sumisión a su voluntad y a sus preceptos. las opiniones con que me honráis respondo que mis servicios en favor de la Unión conservadora se reducen a la perseverancia con que me afano porque en ella no se restablezcan las extinguidas fracciones, Sé perfectamente que mis facultades y circunstancias son inferiores al puesto que la mayoría conservadora desea conferirme. Comprendo las tremendas responsabilidades de ese mismo puesto, así como las zozobras, tribulaciones, desvelos y peligros que lo cercan. Me estudio a mí mismo, y no hallo en mi condición de hijo del pueblo sino buena intención, deseo de servir, y fe en la Providencia, que de las piedras levanta hijos de 199 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.