que si los acreedores del exterior tienen el derecho de ser pagados en la moneda legal y corriente al firmarse sus contratos (colones de oro de 465, y no los hay de otra clase en el país. los acreedores del interior tienen igual derecho; y como una vez que sea legalizada esta interpretación de la ley, regirá para todos con igual significado, de plano quedarán terminados los litigios suscitados por los perniciosos decretos.
Hay más: si la moratoria no existe para los acreedores del exterior, tampoco existe para los del interior, ni para los contratantes particulares. El Banco Internacional ha perdido su último baluarte.
La aguda crisis causada por la insania de un gobernante y la indiferencia o el egoísmo de los ciudadanos, está al resolverse. El Gobierno repudia los billetes del Banco Internacional, garantizados por él, y sólo les reconoce el valor que tengan en el mercado, y los Bancos de emisión, empujados por los procedimientos del Gobierno, van al trote a su restauración o a su liquidación.
En manos de ellos, del Comercio y de los cafetaleros en grande está ahora la suerte del país y su propia suerte. Si de sus deliberaciones en consulta general no surge una resolución salvadora; si dejan el enfermo en poder del Gobierno solo, pueden ir alistando la mortaja.
la obna att tuto II 103 lim istup En el cuaderno 58 de Eos publicamos la prueba del desdoblamiento de los precios y demostramos, sin réplica posible, que la calamidad del papel moneda 144 gravita exclusivamente sobre el trabajo y el consumidor. Quedó patentizado allí, con números, que todo vendedor calcula su mercadería en oro y la vende por papel reducido al cambio del dia y algunos puntos más, como coeficiente de seguridad contra las oscilaciones del mismo.
Varios meses antes en Septiembre de 1916, nº.
15 de Eos habíamos publicado lo siguiente. También el presupuesto de los consumidores en general y, especialmente, el de los trabajadores a sueldo y a jornal, está sometido a la tiranía de las oscilaciones del cambio; pero con la circunstancia agravante de que el valor de la moneda que reciben en pago de su improba labor, estará siempre en el límite inferior de la escala del movimiento probable del valor de la moneda misma, porque sirve para satisfacer día a día las necesidades perentorias de la familia, y es sabido que los comerciantes liquidan sus facturas al tipo más alto probable en el tiempo en que deban convertir en letras el producto de sus ventas. también habíamos dicho en el párrafo anterior al citado: El Presupuesto Nacional de Crédito Público crece y mengua, como crece y mengua el tipo de cambio.
Hasta 1914 el Estado sabía que el servicio de sus deudas extranjeras le costaba a C209 por cada 20. partir del establecimiento del papel moneda, sólo sabe lo que le cuesta cuando compra las letras para remitirlas. En este semestre le costarán de 265 a 275 cada. 20, quizá más, con menos probabilidades quizá menos; pero con toda Iseguridad jamás volverá a pagarlas con 209, mien tras permanezca el país en la anormal situación mo.
145 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.