señalado. Si alguna superioridad hay en ella, nunca la pondría más en evidencia que venciendo las dificul.
tades del medio en que vive; lo que no le impedirá vivir la idea que la anima.
Nos ilusionamos algunas veces con lo que podríamos hacer si tuviéramos más tiempo, si no tuviéramos tantas obligaciones domésticas, si no chocáramos con caracteres cuyas debilidades o puerilidades contrarían nuestros vuelos. No retrocedamos jamás ante un verdadero deber (bien entendido que no hablo de aquellos deberes que se forjan las conciencias timoratas o pusilánimes. Tal es el buen modo de templarnos el carácter, de fortificar la inteligencia, de expandir el corazón y prepararnos para llenar el papel social para el cual nos habíamos encontrado disposiciones. La mujer que quiere hacer alguna cosa, se encuentra en nuestra época en un conflicto de deberes y deseos, generalmente más trágico que para el hombre; el modo como ella lo desáte, indicará su valor, y demostrará si está influenciada por la corriente general de la sentimentalidad, o si quiere obrar realmente, es decir, de un modo racional. Para obrar, es preciso que seamos seres libres. Lo somos? Hé aquí la eterna pregunta, a la cual volvemos sin cesar. Continuard. y con respeto. Los monistas llamados materialistas ponen toda su fe en las ciencias positivas, lo cual es poner más de lo que conviene al progreso de estas ciencias: al positivismo le hace daño siempre el espí.
ritu de la metafisica, aun cuando esta metafísica se diga materialista. Los monistas idealistas a la Bergson, se apoyan en las ciencias positivas. para sobrepujarlas. Los monistas teósofos (hablo de todos los qne conozco) son en realidad enemigos de las ciencias positivas: atacan sus métodos, celebran con júbilo las llamadas «bancarrotas de esas ciencias»
y están siempre listos para señalar y exagerar los errores supuestos o reales. de LOS HOMBRES que a dichas ciencias se dedican, Hay muchas personas que se imaginan que es posible curar a los pretendidos filósofos, con razonamientos tan claros que fuera preciso ser ciego intelectualmente para no comprenderlos. Dichas personas no reflexionan en que la monomania es precisamente la ceguedad intelectual o, más bien, una perversión de la vista, sobre el punto en cuestión. Para el monomaniaco, el buen razonamiento es el suyo; el malo es el vuestro: su misticismo es el único criterio para distinguir el buen razonamiento y el malo. Colins.
no De la justice dans la science, II, pág, 31.
Ras 201) Anton Deno La libertad práctica no consiste en otra cosa que en la administración de la justicia y el cumplimiento perfecto de las leyes, para que el débil y el justo no teman, SIMÓN BOLIVAR ¿Cómo se comportan, frente a las ciencias positivas, las diversas escuelas filosóficas? Diré lo que me consta. Los dualistas (logoarquistas y cristianos) distinguen radicalmente el mundo moral del mundo fisico; dejan a las ciencias positivas en su campo propið (el del mundo físico. y ahí las cultivan con amor MON 138 139 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.