organización de efectivos, dei material, de la capacidad de transporte, del poder de los ejércitos enemigos; elementos psicológicos y políticos, erróneos, sacados de la unidad política, de la resistencia moral de la fuerza respectiva de cada Estado beligerante, cómputo del número probable de adversarios.
El resultado de los primeros elementos, que eran justos, ha sido contrariado por el resultado de los segundos, que eran falsos. La consecuencia de este error inicial ha venido a ser una guerra muy prolongada, en vez de una guerra corta como estaba previsto.
Alemania entró en la guerra con la concepción territorial de la victoria y con su teoría de los compromisos, que han dado vida a la doctrina militar del ataque intempestivo. Creyendo que, de dos beligerantes, el primero que franquease las fronteras del otro, que se adentrase más en su territorio y ocupara el mayor espacio, ese sería el que triunfara. Mediante la violación del derecho y el ataque desenfrenado, Alemania realizó la primera parte de su programa, y lo muestra su mapa de guerra.
Pero, y éste es el hecho dominante de la guerra, gracias a la resistencia de Francia, los aliados han triunfado sobre el tiempo, factor imprevisto que determina la victoria. Con la conquista del tiempo Francia se ha proporcionado a sí misma la posibilidad de llenar los vacíos de su organización militar, de reparar las consecuencias de su buena fe y de sus ilusiones; ella ha dado a sus aliados el plazo indispensable para proceder sin trabas a su movilización, para hacer surgir del suelo a sus ejércitos, para abastecerse de todo el material que exige la guerra moderna.
Con la conquista del tiempo, Francia aseguró al mundo el intervalo necesario para llegar a formarse conciencia del sentido profundo, de la trascendencia política y social de la guerra; ha dado a los neutrales tiempo de reflexionar y de tomar partido.
Para salir victoriosos, los alemanes necesitaban haber vencido a Francia y a Rusia en seis meses, haber hecho una campaña aplastante. Para salvar al mundo, para vencer, los aliados estaban obligados a hacer una guerra prolongada, de manera que atenuase las ventajas que daba a Alemnia su larga premeditación y equilibrase poco a poco los factores técnicos de la victoria.
La conquista del tiempo aparecerá como la conquista más importante de esta guerra. Nuestros enemigoshablo de los dirigentes y de los jefes han comprendido todas las consecuencias que esto tiene.
La opinión de Alemania sobre la guerra ha pasado por tres fases. Hasta la batalla del Marne, Alemania tuvo por segura la paz por la victoria militar; después del Iser, creyó posible la paz por la victoria de las armas. Despues de Verdun, ha renunciado a la esperanza de la paz impuesta por la victoria militar.
El Marne, batalla formidable, la más grande maniobra militar de la Historia, por la clarividencia y la amplitud de plan con que fué dirigida, detuvo la marcha sobre París, frustró el esfuerzo del invasor.
La batalla del Iser, batalla de titanes, cuya grandeza se hará más patente al escribir la Historia, detuvo «la marcha hacia el mar. segunda maniobra de que el Estado Mayor alemán esperaba un resultado decisivo.
La batalla de Verdun, inmensa operación de ruptura de nuestro frente oriental, para volver a abrir las rutas 56 57 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.