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consideramos ineficaz, y en fin de cuentas más que fútil; no pueden servir de bases para paz alguna posible, y mucho menos para una paz duradera. Esta deberá estar basada en la justicia, en la equidad y los derechos comunes de la humanidad.
No podemos confiar en la palabra de los gobernantes actuales de Alemania como garantía de algo duradero, a menos que estuviese explícitamente apoyada por la buena voluntad evidente del pueblo alemán mismo, tal y como lo hacen los demás pueblos del mundo. Sin tales garantías, los tratados de paz, los arreglos relativos al desarme de las naciones, los convenios para establecer el arbitraje en lugar de la fuerza, las concesiones territoriales, la reconstitución de pequeñas nacionalidades, si se celebraran con el Gobierno alemán, ningún hombre, ninguna nación, podría hoy confiar en ellos. Debemos esperar que los grandes pueblos de los Imperios Centrales den otras pruebas de sus propósitos. Quiera Dios que pronto sean dadas, y en forma tal que basten a restaurar la confianza de todos los pueblos en general en la lealtad de las naciones y la posibilidad de una paz sólida. último, en que Herr von Kühlmann, Secretario de Estado del Imperio alemán, dió al traste, en su discurso pronunciado ante el Reichstag, con todas las dulces intenciones y benévolas protestas de la nota alemana al Vaticano. Ya no habrá equívocos en lo futuro acerca de la actitud del Gobierno Imperial, pues finalmente hace constar su resolución en una de las cuestiones vitales en esta guerra: la Alsacia Lorena. Sus palabras, que han tenido la resonancia consiguiente, estas son. La cuestión por la cual Europa se llena más y más de ruinas, es la cuestión del porvenir de Alsacia Lorena.
La Gran Bretaña, según nuestros informes, ha declarado solemnemente a Francia, que continuará combatiendo por la conquista de Alsacia Lorena, tanto diplomáticamente como con sus ejércitos, mientras Francia insista en su demanda de devolución de estas provincias.
Esta es la situación actual, y estimo oportuno hacer una declaración absoluta y firme acerca de nuestra actitud, puesto que, por curioso que se juzgue, parece que existe un criterio erróneo entre nuestros enemigos y aun hasta en uno u otro de nuestros amigos neutrales. Sólo existe una respuesta a la pregunta siguiente. Puede Alemania hacer en alguna forma concesiones respecto a Alsacia Lorena. La contestación es. No, nunca. ROBERTO LANSING Secretario de Estado de los Estados Unidos de América La cuestión de Alsacia y Lorena Si como dice el proverbio, el infierno está empedrado con buenas intenciones, debe haber) caído por allá abajo un pedrón monumental la tarde del de Octubre Sesión del 12 de Octubre de la Cámara Francesa: GEORGES LEYGUES, Presidente de la Comisión de Negocios Extranjeros: Alemania entró en la guerra con la certidumbre absoluta de la victoria, certidumbre formada de dos clases de elementos: elementos técnicos, exactos, sacados de la 54 55 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.