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parecían desesperantes, y en condiciones que pocos jefes han de haber experimentado jamás en su vida. Respecto al que actualmente asume el Alto Mando de nuestros ejércitos en Francia, hé aquí lo que esa misma autoridad ha dicho. No obstante las espléndidas cualidades de nuestras tropas y la enorme superioridad de su material de guerra, puede decirse que el triunfo se ha debido en gran parte a las facultades de organización, de persistencia, de previsión del Alto Jefe. Las operaciones emprendidas en semejante escala requieren jefes sumamente entendidos, cuidadosos, científicamente preparados, y de una habilidad organizadora que antes era desconocida. En todos estos sentidos, no menos que por lo que hace a la confianza que a todos inspira, Sir Douglas Haig, no sólo ha probado ser un gran General, sino también un verdadero caudillo.
Por lo que hace al General Maude, de cuyos triunfos he hablado ya, la misma autoridad ofrece testimonio de los magníficos servicios prestados por tan prestigioso General; dice. Ha demostrado un talento, una habilidad y una energía que hacen de él un jefe de un mérito poco común. La resolución que hoy nos ocupa se refiere a las fuerzas en servicio activo, y huelga decir que es perfectamente justa. Se trata de dar las gracias a los que han prestado servicios en los campos de batalla.
Día vendrá en que hagamos otro tanto respecto de los que han prestado servicios similares en las líneas de retaguardia, dentro del país, en nuestra Plana Mayor, en todos los servicios de alto mando, en la organización de nuestro servicio de transportes, ferrocarriles, administración militar, etc. Pero tendremos asimismo, llegado el momento, que clasificar los individuos que en los diversos mandos, altos o menores, han prestado servicio en esta guerra; jefes del ejército, de cuerpos del ejército, de divisiones, brigadas, y otros. Mas no creo que sea ésta ocasión para ocuparnos de los servicios prestados por ellos, con lo cual no queremos significar en modo alguno que dichos servicios no sean grandes, pues profunda es también la gratitud que a ellos debemos.
Antes de concluir lo que tengo de decir acerca del ejército, deseo referirme a las diferentes partes del Imperio que han contribuído a formarlo. Inglaterra ha contribuído con el 75 por ciento. UN DIPUTADO. Gran Bretaña. He dicho Inglaterra. UN DIPUTADO. Escocia. Dentro de algunos instantes tendré el gusto de hablar de Escocia. Antes quiero decir algo acerca de Inglaterra. digo esto, no porque Inglaterra no sea suficientemente grande para aportar, no tan sólo su parte, sino más de lo que le toca, en relación con los otros Estados del Imperio, sino porque es necesario hacer hincapié en tal hecho, por la sencilla razón de que nuestros adversarios no se cansan de calumniar a Inglaterra, diciendo que pelea con las fuerzas de otros. Nunca más inexacto que respecto de esta guerra. El 75 por ciento de los hombres alistados, el 75 por ciento de las pérdidas, corresponden a Inglaterra sola. Escocia, como en todo tiempo, ha contribuído con su parte. Irlanda ha aportado una admirable contribución, y lo mismo ha hecho mi país. Como galés, me cabe la satisfación de decir que por lo que hace a reclutamiento voluntario, por poca 45 44 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.