Germany

puso una nueva tabla de valores éticos en contraposición a la que ha perpetuado el cristianismo, renegó siempre de su patria, y en sus obras ha dejado plasmadas en un estilo cálido, lírico, pleno de emoción, frases candentes contra el país que había desdeñado nobles principios filosóficos para exaltar con orgullo la figura torva y recia de Bismarck y de otros apóstoles de la impulsividad y de la energía física sistematizada.
El creador del superhombre sentía gran amor hacia el latinismo que encarnaba en la patria francesa, llamándole pais de espíritus alados y originales. El también sentía, y lo exteriorizaba en sus obras, gran apego a las formas amables y ondulantes que en la literatura francesa han puesto la gracia única y cautivadora de la ironía.
El vigoroso pensador de La gaya Ciencia, que no usaba de la sátira en forma sistematizada, la empleó en muchos de sus libros contra su propia patria. Sus mismas palabras, abonan nuestra aserción. No sólo es evidente que la cultura alemana está en decadencia, sino que no faltan las razones suficientes para que esto suceda. En último extremo, nadie puede gastar más de lo que tiene, lo mismo los individuos que los pueblos. Si se gasta en el poderío, en la política grande, en la economía, en el comercio internacional, en el parlamentarismo, en los intereses militares, si se disipa en ese aspecto de la vida la dosis de razón, de seriedad, de voluntad, de dominio de sí mismo, el otro aspecto tiene que resentirse. La cultura y el estado son términos antagónicos. stos conceptos, por extensión, pueden darnos la pauta para seguir la orientación política de los países de América. El auge de los factores que generan el engrandecimiento político y material de los pueblos, provoca invariablemente. compensativamente. la depreciación de los valores éticos, de las potencias espirituales. En Alemania, la cultura, entendida en el sentido de capacidad ética, adolece de evidentes y lamentables vicios. Ya se ha dicho que es una cultura especial carente de sensibilidad, de emoción. Cultura a la que es necesario infundir la levadura del sentimiento.
Nietzsche antipatriota, en el alto sentido, y extraordinario creador de cultura, analiza en uno de sus libros la cultura alemana que es la misma que se difundía antes de la guerra. En todas partes se va comprendiendo que ya en el negocio principal que es siempre la cultura a los alemanes nadie les toma.
en cuenta ¿Podéis presentar una sola inteligencia que merezca llamar la atención de Europa, una inteligencia como Goethe, como Hegel, como Heine, como Shopenhauer, digna en suma de alternar con ellos? El que no haya ni un filósofo alemán, produce asombro.
Estas expresiones de un pensamiento alemán, plero de vigor y de originalidad, no han de ser citadas, estamos seguros, por los que atribuyen a las ideas de Nietzsche influencia decisiva en la orientación filosófica de la Alemania actual. Quién, que no desconozca el concepto nietzschiano aplicado al desenvolvimiento político y cultural de los pueblos, puede afirmar que dicho filósofo ha sido Sin engrandecimiento moral, no puede haber engrandecimiento politico y material que sea estable.
15 14 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.