obligados a estudiarlos y a poseerlos, ya que hemos de acudir a vecinos que nos enseñen las cuatro o cinco verdades que ruedan por el mundo desde Salomon, bien vale estudiar en qué modo han de saberse. Declaramos denantes el remedo cíclico. que al entrar en educación, desalojando otros, arrolló con todo de esa forma paralela de efectuar tales estudios. decimos que tales disciplinas no se adquieren sino unas en sucesión de las otras. No es de uno, sino de varios, de quienes sabemos que, fuera de los colegios (en ellos tal vez no hubieran corporizado estas hetero loxias, ni a mi se me hubiera ocurrido plantear la duda) han llegado a poseer tres y más lenguas en que entrener sus ratos. confiesan, como para que los imitemos, que después de dominada una de ellas, sentianse posesores de ciertas formas y caminos allá hechos en los hondones no sólo memorísticos sino también imaginativos, que les facilitaban los subsiguientes aprendizajes.
Formulada la duda y contestada asi por nosotros, y quizá con personas que aceptan la herejia, vendría de ellos para nos, la pregunta, y ¿cuál primero? Nuestro pensar seria que no la más fácil (aunque también con esto seamos heresiarcas. ni la más dificil tornándonos arrevesadossino la más precisa: aquella que nos urge por cuestiones a que dedicamos nuestros afanes.
Heredia, Noviembre de 1917.
Deciamos al principio que trataríamos, como en medicina social, los incendios como laxantes, descongestionadores del estreñimiento que a veces sufren los estómagos colectivos, Las subsistencias a precios altos, y la falta de «qué hacer» para las clases trabajadoras, vendránse a laxar con la oferta en el mercado, de las letras, valor de los seguros, y con el comienzo de las nuevas construcciones. otra, interesante para los que estimamos como cosa principalisima el renovamiento de mucho; la estética, en este caso el ornato de la ciudad, gana con ellos. Todas esas mercaderías. huesos. en jerga comercial, han tenido debido fin. las casas viejas trocaránse en modernas, aseadas y cómodas tiendas. Qué eran sino casuchones feos, las elegantes construcciones de Knohr, Espriella, Banco Anglo y otras?
En todo caso, si no sale de esas cenizas el Fénix, ave rara, han de salir de ellas, las papas de muchos.
Heredia, Enero de 1918.
NOTA: Ponemos malintencionado como se dice malhumorado, maldiciente, malsano, etc.
Respuestas diversas: Los incendios laxantes recomendables Cosa extraña. Resultamos apologistas, no ya del fuego, lo que seria menos censurable, sino de los incendios mismos. Pero préstanle oportunidad a ésto los incendios efectuados en esa capital últimamente. Usted sin duda querrá poner el ocasional ocurridos a cambio del malintencionado verbo efectuar. Dios me libre de creer que sean intencionales las fogatas esas, pero hay incendios tan correctos, que hasta parecen bailes o banquetes con programa y demás. 350 Siento mucho no poder sostener ninguna clase de coTrespondencia, ni literaria ni cientifica. Todavía no he leido el libro del señor Brenes Mesén.
No conozco más que el titulo. Todo el vecindario de mi botica sabe en que se me va el tiempo. De noche, duermo.
Quedamos en que no soy intelectual. pero soy intelectua lista, como la mayor parte de mis clientes. Ni lo dude, señor. Entre el despotismo teocrático y el militar, prefiero este último; entre el militar y el capitalista, prefiero el capitalista. Del mal, el menos. Yo no detesto a Wilson. Al contrario. Pero va contra mi individualismo el aceptar la intervención de una nación «grandes en los asuntos de una «pequeña. aun cuan351 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.