Necesidad de la exactitud en las definiciones envenenamiento de los lectores se propaga y daña a la sociedad entera.
Es necesario llamar la atención de todos sobre este envenenamiento social y hacerles ver, primero, que hay una gran analogía entre la cabeza de uno de aquellos filósofos y la botica mal rotulada; y, después, que para servirse útilmente de una expresión, debe ella tener un valor claro y no absurdo, un valor qne le sea propio.
ser AGATHON DE POTTER La logique, edición, pág. 3, trad.
Si vuestra enseñanza no parte de la realidad y si no traducís los conocimientos en palabras propias y en fórmulas matemáticas adecuadas, es inútil o es nocivo todo lo que amontonáis en vuestros programas.
Supóngase que entramos a la oficina de un boticario que dispone de cuantas preparaciones puedan se necesitadas. supóngase que el único pero del arreglo de dicha oficina consista en que los RÓTULOS de los frascos y de las gavetas no hayan sido puestos o lo hayan sido al acaso, sin fijarse en el contenido del frasco o de la gaveta. Podrá dar exactamente lo que se le pida? En vez del remedio o del alivio que espera el enfermo įsabrá el farmacéutico si va a dar un veneno?
Su botica, con todas las riquezas que encierra. no será para él de una perfecta inutilidad? Peor todavía, no constituirá en sus manos un instrumento de muy graves peligros?
La respuesta está en todas las bocas.
Pues señores, ha habido y hay en el mundo filósofos, economistas, socialistas a la manera de mi boticario. Como olvidaba éste sus rótulos o los colocaba.
mal, aquéllos no definen absolutamente o definen mal sus expresiones. Ahora ¿cómo puede razonarse con justeza si se ha de emplear palabras cuya significación no es rigurosamente determinada? Al igual del farmacéutico que envenena a sus clientes, los filósofos envenenan a sus lectores, con la agravante de que el NUEVA OFICINA Los señores Robert Hermanos han trasladado su despacho a la oficina de Peyroutet Co. situada en los bajos del Hotel Europa, en donde atenderán a su numerosa clientela.
338 339 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.