más presto o más tarde, en sorprendentes aplicaciones útiles. De aquí «el carácter de la producción moderna. dice un célebre economista contemporáneo en la cual «la ciencia se asienta y domina soberana» y en la que campea esta primera ley, expresada por la frase saber es poder, que viene a ser como la orden de mando de nuestros días.
Véase una indicación sobre esa eficacia de las «disciplinas tecnológicas. Cada fábrica manufacturera es un triunfo de la fisica tecnológica» con sus admirables aparatos mecánicos, merced a los cuales la poderosa fuerza motriz desde un centro único (la turbina, la máquina de vapor, el dinamo) se trasfiere y se manifiesta a través de los árboles trasmisores, los engranajes y correas en cada sala del establecimiento, para repartirse, adaptarse y plegarse a las más diversas, complejas y delicadas exigencias del trabajo. Apropiada una fuerza motriz, no es hoy día más que un problema de segundo orden y de fácil solución el de acomodarla a las diversas clases de operaciones técnicas.
En la recientísima «agricultura racional» se dan la mano todas las ciencias, la química, la geología, la fisiología de las plantas, la meteorología, la hidráulica, la mecánica agraria, la zootecnia, para las más complicadas operaciones; desde los desecamientos de los Países Bajos al sistema de irrigaciones lombardas, a los drenajes de las llanuras inglesas, a las trasformaciones orgánicas de las razas de animales, a la multiplicación de plantas industriales o variedades florales, a la fabricación de los vinos y a la conservación de los productos hortícolas y jardineros. Qué extraño, pues, señores, que para acometer las grandes empresas y para salvar la crisis económica de la Nación deseemos que los estudios prácticos no degeneren sino que sean más bien la sólida base del grandioso edificio que se pretende levantar? En agricultura: la explotación de grandes ganaderías, cuya base son los serios estudios de zootecnia; los «packing houses. que requieren indispensablemente los conocimientos fisico químicos aplicados; los grandes ingenios de azúcar, cuya célula vital es el laboratorio químico. En las industrias extractivas: la explotación del petróleo, cuya clave es el estudio de la geología, y la de la plata, el oro, el hierro, el cobre, que a aquélla agregan la química y la física. En las industrias manufactureras: los grandes telares; las fábricas de papel, cuya implantación en el país es hoy más que nunca necesaria; las de productos químicos, y la inmensa variedad de talleres en grande; todo, todo esto requiere para que la producción nuestra pueda competir con la extranjera, que reciba el impulso del primer factor en la economía nacional, que es el hombre, pero el hombre inteligente, el hombre consciente, de inteligencia bien desarrollada, capaz de adaptar diversos medios al suspirado fin de la explotación de nuestra riqueza nacional.
Ahí tenéis, pues, a grandes rasgos diseñada la imaI Tratado de Economia Social, por el profesor José Toniolo de la Universidad de Pisa, La Producción.
LETRAS, revista mensual. Director, Vicente Medina. Dirección, Presidente Roca, 1249, Rosario de Santa Fe (Rep. Argentina. Recomendable publicación por su selecto material. 32 páginas, 20 céntimos. De venta en la Libreria Falcó Borrasé, 74. Avenida, Este, 42, San José.
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