de la pobreza de mi caudal científico viéndole a usted tan empeñado en ponerlo a contribución al lado de uno como el que usted posee tan abundante.
Las cuestiones que usted propone a mi solución son las siguientes: La diferencia que se establezca en un arance!
entre un artículo manufacturado y la materia prima que sirve para manufacturarlo jes, o no es protección aduanera. Cuando se exencionan de derechos las materias primas y se conservan esos derechos para las manufacturas ¿se obedece a un propósito meramente fiscal, o a un espíritu de protección a la industria nacional. Hay ciertos puntos, como los propuestos, que no pueden decidirse de una manera absoluta, ni siquiera tratarse con visos de probable acierto, sin entrar en ciertas explicaciones que den claridad a los términos, y luz a lo que ha de quedar como principio: arrancados aquéllos y aislados de un sistema de conocimientos y estudios que todavía buscan base en la experiencia, y vida en la armonía del conjunto, y que están sujetos aún a la diferencia de las teorías y al ardor de las contiendas, no es extraño que presenten como primer aspecto toda la vaguedad de la abstracción junto con todo el peligro de un tecnicismo incierto y vacilante.
Una disputa de palabras es estorbo que muchas veces ocurre en el camino de toda discusión, si no se alumbra; o un mal producto que se recoge, si no se cierne el grano quebrantado, en buen cedazo, para que vaya el salvado aparte de la harina.
Lo expuesto donde es digno de observarse es en las ciencias sociales, que tienen que ir floreciendo en medio de intereses absorbentes, pasiones ciegas, preocupaciones fanáticas, riesgos del orgulloso dogmatismo, incertidumbres de ensayos, e hilos cogidos acá y allá, como ideas, en la siempre creciente y complicada tela humana; son viajeras cual la civilización, y cual ella situadas siempre en piedras miliarias, y nunca en el punto final de su destino.
No sucede lo propio con las ciencias experimentales, ni con las que tienen sus sellos imperecederos en los arquetipos de la creación cósmica, esto es, con las ciencias físicas o las matemáticas o exactas: todas ellas son conjunto de piezas de encaje, de las cuales cada una es un principio cierto o un cuerpo de idea definida, que puede desprenderse y estudiarse sola, para después volverla a la traba; y le parece a uno al ver tal fijeza de nociones, que son las que encuentra en las huellas de Dios, el cual no sabe dejar otra cosa, cuando pása fecundando el universo, que tipos eternos y verdades inmutables. No es fácil con todo hallarlas, como quien halla una concha que busca en la playa del mar; porque todo ello es la obra de una aplicación asidua y de un talento sagaz; pero una vez que se ha logrado penetrar al fondo de la materia y a las condiciones de las fuerzas, y arrancar sus secretos al espacio y al número, se entra ya en posesión de un código, del que, si el todo es un designio, cada parte es un concepto.
En geometría analítica, por ejemplo, si se pregunta si la suma de los dos radios vectores en la elipse es igual al eje mayor, y si a proporción que los dos ejes se acercan a la igualdad, se acercan también los dos focos hasta confundirse en un punto céntrico, se General de 290 Quiccion 291 BIBLIOTECA NACIONAL Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.
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