La verdad sospechosa No me refiero a la comedia de Alarcón, poeta filosófico y autor, también, de muchas otras, como: Siempre ayuda la verdad. Quiero decir aquí, si se me permite, algo para los «dos distinguidos suscritores» de Eos.
Cuanto a las dos notas del Diccionario Enciclopedico, sospecho de su verdad apologética, por el carácter que suelen ofrecer las biografías de enciclopedia.
Por punto general, el biógrafo es discípulo del biografiado y su escuela política o social. Intervienen pasiones y entusiasmo: la historia pega enorme salto atrás y se convierte en poesía, bella invención, sin duda, pero «idolatría del foro. a su manera.
Por tanto, si hay algo de verdad en todo ello, resulta para mí una verdad sospechosa. De ahí el título de estas líneas, sinceras y en defensa propia. Lo mío, en los números 49 y 51 de la COLECCIÓN Eos, es de cosas vividas, que no de libros ni enciclopedias, donde lógicamente han de influir pasiones que, por nobles que sean, tienen de hacer «sospechosa» la verdad de cuanto se afirma o se niega.
Me conviene advertir, además, que no precisaba traer a cuento la ironía o burla de Castelar, para decir lo que me pareciese acerca del artículo mexicano (con Su hispanofobia y sus excentricidades contra la lengua castellana me daban el mango de la sartén para despacharme a mi gusto ante furores pasionales de semejante altura. Sólo, que por abreviar dije, en suma, la verdad pura y limpia de un hecho recordado en vivo.
Bien está eso de la «Apreciación del Diccionario Salvat. con todo y página tal y tomo tantos. Quién ha de negar talento en tan ilustre mejicano. Pero ¡vaya si desatinan, a veces, los eximios de todas partes! Personajes de alto crédito y devoción entre «propios y extraños» suelen decir, a veces, las más estupendas barbaridades contra lo mejor conocido y estimado de las gentes serias de todo el mundo. Cegados de pasión, naturalmente, desatinan hasta los hombres más notables.
No sería malo, a mi parecer, que los edistinguidos escritores. muy respetables para mí, releyesen el buen recorte de Cultura, o su mentado prólogo. Ya el primer «trozo» de Cultura empieza «dudando» de magisterios latinos en esta América española, y por consiguiente en la antigua «Nueva España. hoy Méxicode vieja ortografíaEso, del dicho primer trozo. En el segundo siguen expresivas insinuaciones para quien pueda leer sereno sobre «atavismo indígena» y «rebeldía ingénita» y 285 Responde el Dr. Ferraz al articulo Por la verdad de nuestro 55.
La Verdad Sospechosa es el titulo de una de las más famosas piezas de don Juan Ruiz de Alarcón, nacido en México en el siglo xvi. La En latin: idola fori, expresión de Bacon, si no recordamos mal.
Con ella se alude a la admiración exagerada y al excesivo entusiasmo con que suelen los discipulos hablar de sus maestros, sin parar mientes en la inmodestia que ello envuelve. La estatua al maestro es una estatua que el discipulo se erige a si mismo. Piensa tal vez el Dr. Ferraz que las notas del Diccionario Enciclopédico de Montaner y Simon sobre don Ignacio Ramirez son de Altamirano u otro de sus condiscipulos. La 284 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.