POR LA VERDAD Recortes enviados por dos distinguidos suscritores Dos notas tomadas del Diccionario Enciclopédico de Montaner y Simón (ts. 17 y 25. Biblioteca Nacional. Ramírez (Ignacio. Biog. Jurisconsulto, político y escritor mejicano. en San Miguel de Allende en 1816. Miembro de una familia cuyos individuos se habían distinguido en la lucha de la independencia contra los españoles, comenzó sus estudios en Querétaro y los terminó en Méjico, recibiéndose de abogado.
Pobre por su familia, exento hasta de los recursos más necesarios para irse abriendo paso en el mundo, debió a su clara inteligencia, a su laboriosidad y a su honradez el buen concepto que empezó a granjearse, llegando a ocupar puestos distinguidos en la sociedad.
Como periodista, como orador, como poeta y como filósofo, Ramírez logró bien pronto llamar la atención de sus conciudadanos. Entre los muchos escritos de Ramírez debe mencionarse uno muy notable, La desespañolización, el cual dió origen a su ruidosa polémica con Castelar. Esta polémica terminó con un retrato que recibió el mejicano de su adversario, con esta dedicatoria. Al vencedor, El vencido. Las ciencias naturales ocuparon a Ramírez con frecuencia, habiendo publicado sobre ellas trabajos de relevante mérito. En 1872 fué elegido por unanimidad vicepresidente de la Sociedad de Geografía y Estadística, y en 1873 fué reelegido para el mismo puesto por aclamación. Por su talento universal y los servicios que prestó a su país, fué uno de los individuos más queridos del partido radical y de los más respetados en las filas del partido conservador. Dotado de vastísima inteligencia, de elevadas miras, de un gran valor, contribuyó grandemente a la reforma que regeneró bajo el gobierno de Juárez la República Mejicana. Fue ministro de Estado en el departamento de Justicia durante la administración de aquel famoso hombre de Estado, y hacia 1876 ocupó un puesto en la Suprema Corte de Justicia. El día en que dejó de ser Ministro, era tan pobre como a su entrada en el Ministerio, a pesar de haberlo desempeñado al llevarse a efecto la nacionalización de los bienes del clero, que a tantos enriqueció. Viose perseguido durante muchos años por enseñar las doctrinas progresistas más avanzadas, y apellidado ateo, demagogo y trastornador aun por los que se llamaban liberales en aquellos tiempos. Después el partido enemigo le sepultó en los calabozos y le puso cadenas, y lo que es más extraño todavía, los hombres del partido liberal le persiguieron casi siempre. Ramírez, que jamás abandonó sus trabajos serios, publicó varios artículos dignos de grabarse en la memoria de los que tienen a su cargo reglamentar la enseñanza, porque tratan de la manera de difundir la instrucción en todas las clases de la sociedad, abriendo nuevos horizontes a la juventud. Escribió un canto heroico sobre el ataque de Mazatlán por el buque 201 200 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.