cha justicia el capital extranjero para hacer sus inversiones en el país, sujetándose a las fluctuaciones de los cambios exteriores, mi gobierno ha dado providencias con el designio de sanear nuestro medio circulante y para ponernos en aptitud de organizar el crédito hipotecario y de realzar el crédito del país en el exterior.
La emisión de billetes, sin garantía metálica, nos alejaría por muchos lustros del saneamiento de nuestra moneda y sería el mejor modo de provocar la emigración de capitales nacionales y de alejar el concurso de los extranjeros.
Si se trata de una reforma que afectaría el valor de nuestra moneda, no puede hacerse prescindencia del papel que compete a la Administración Pública, y de que los planes mejor concebidos por el Gobierno se trastornan, si se intenta introducir un nuevo organismo, sin reparar en las peculiares orientaciones económicas de un Estado.
El Gobierno ha tenido el firme designio de dar una organización sólida al Crédito Hipotecario y al Agricola, pues una de sus constantes preocupaciones es el auge de la agricultura, pero para ello ha considerado siempre indispensable la existencia de una fuerte institución, que estimulando el ahorro y la cooperación, pudiera apoyarse en el espíritu de previsión, y en el cooperatismo; mas, aquel empeño ha sido coartado por el inconveniente de la calidad inferior de nuestra moneda, y hoy, debido a la guerra europea, con la falta de disponibilidades en el mercado monetario inglés.
tropróximo, se puso de relieve la necesidad de ampliar nuestro medio circulante y se insinuó la conveniencia de que los actuales institutos de emisión aumentaran su capital, y sobre esta base, hicieran una emisión de billetes mayor que la existente.
Aquel llamamiento del Gobierno ha sido desatendido, y no hay signos indicadores de que los actuales Bancos, fuera del Occidental, abriguen tendencias a aumentar su capital.
Hay que optar por solucionar el problema de la contracción monetaria, estimulando la fundación de otro instituto de emisión. En este sentido, no opondría objeciones el Gobierno para extender otra concesión, pues hay en el país capitales fuertes, que pueden buscar empleo lucrativo en una empresa de esta indole, constituyendo su fondo de garantía en oro, ya que la onza de plata se ha vendido últimamente a 83 1710 en el mercado neoyorquino y que la desmonetización de la plata es un negocio ventajosísimo en las actuales circunstancias.
Para estimular este nuevo Banco, podría concedérsele la creación de una Seccción Hipotecaria y otra de Seguros sobre la Vida, otorgándosele algunos privilegios por algunos años. De esa manera, las pólizas de seguro completamente pagadas serían una nueva garantía para los préstamos hipotecarios a largo plazo, y aun cuando muriese el deudor, antes de verificar la completa amortización del capital, el Banco no perdería, porque se pagaría con el monto de la póliza.
Esta combinación ha dado excelentes resultados en varios países europeos, pues facilita el crédito hipotecario apuntalándolo con las pólizas de seguro.
119 Ya en documentos oficiales hacendarios del año re118 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.