político, hicieron la ruina del Banco Nacional Hipotecario de Buenos Aires.
Argüir que los nuevos billetes contarían con la confianza del público, sólo porque llevarían el sello oficial, o porque hombres honorables entrarían en la nueva combinación, es desconocer que el instinto de conservación, que no falta a las masas, no se halla muy rudimentario en el país.
Los hechos atestiguan lo contrario. No hay que olvidar que la implantación del niquel y la circulación de los billetes de a pesos, provocaron no pocos motines que costó aplacar con paciencia y serenidad.
causa el alza del interés; y que a esto contribuye, además, el atesoramiento de la moneda, a virtud de la desconfianza que ha traído la guerra europea y el fracaso de algunas instituciones de crédito; pero ese remedio del billete inconvertible no es el más a propósito para solventar el problema.
Todas las naciones que han resbalado por la pendiente engañosa del papel moneda inconvertible, todas, sin excepción, han procurado volver al régimen de redención metálica. Es un axioma reconocido por largas experiencias, que en la concurrencia económica luchan con armas inferiores, los pueblos que mantienen una moneda de calidad inferior en su medio circulante, y la instabilidad y el agio como regla de las transacciones.
Una política crediticia bien orientada en el sentido de reforzar la confianza del público en los Bancos de Emisión, fe ya bastante quebrantada debido a la quiebra o liquidación de algunos establecimientos de crédito, no debe echar mano de elementos perturbadores como el papel moneda. Merced a un control estricto de los Bancos, hay que mantener la eficiencia de su administración para no derrumbarnos por la pendiente de irremediables desastres.
La aceptación del papel moneda, aunque fuera en límites muy restringidos, pondría en manos del Gobierno un poder de un alcance incalculable para ejercer arbitrariedades económicas y financieras, en las que privaría, no el interés de la generalidad, sino el espíritu de complacencia en favor de minorías, o de círculos políticos, con daño irreparable para la economía nacional. Esas complacencias de origen El proyecto de instituir un Banco Territorial con la garantía de las propiedades inmuebles, descartando del plan lo referente a la emisión de billetes, tiende a adoptar en nuestro país los Bancos mutuales de crédito territorial, establecidos en Prusia desde el tiempo de Federico el Grande, para la gran propiedad inmueble.
El empeño sería magnífico, si aquellas instituciones pudieran atemperarse a las condiciones sociales del país.
La quinta esencia de la ciencia política, en la adopción de las instituciones políticas o económicas de otros países de diversos factores sociológicos y que han alcanzado un alto grado en la evolución, consiste en tener en cuenta las relaciones y modalidades concretas y particulares, que se derivan de la Historia.
específica del país er. que han de funcionar, Sólo las cuestiones teóricas pueden ser resueltas bajo aspectos generales.
Para decidir si pueden adoptarse en El Salvador, Stitiai III 110 S! BUOTECA NACIONAL Buliditcas Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica. Costa Costa Rica