Entre nosotros se ha vuelto una costumbre inveterada propalar notas pesimistas y hablar de crisis, uno y otro año, aun cuando los frutos de nuestra exportación alcancen altísimos precios y mantengan siempre favorable nuestra balanza económica. Cuál de los factores de nuestra economía sufre parálisis?
La agricultura no se halla afectada, porque la producción se ha mantenido en su regularidad, y sus productos se han vendido a precios siempre buenos. no sólo puede decirse que ha mantenido su vitalidad la agricultura sino que ha aumentado considerablemente sus rendimientos, porque a los ramos ya existentes de los frutos de exportación como el café, el azúcar y el bálsamo, ha venido a sumarse el añil, cuya exportación, según datos, alcanza este año, la cifra de trescientos mil quilos, con un valor poco más, o poco menos, de un millón quinientos mil pesos.
Si el café sufrió alguna depresión en su precio en la última cosecha, bien ha sido compensada aquella minoración, con la producción del añil, y con el alza del precio del bálsamo y de la plata. Existe la depresión en el comercio? Es indudable que las repercusiones de la guerra europea se han hecho sentir de una manera sensible en el comercio de importación; pero si se toma en cuenta que en El Salvador, al estallar la guerra, habia congestión de mercancías en los almacenes y bodegas, en cantidad muy superior a las necesidades del país, especialmente de algodones, debido a la baja de este artículo ocurrida en 1912, la contracción en las importaciones originó el alza de los precios, y al favor de esta coyun100 tura, muchos comerciantes hicieron pingües realizaciones. De manera que puede afirmarse, que la guerra fibró al comercio de varias quiebras seguras, pues irremisiblemente, sin ella, no hubieran salido de muchos retazos y saldos, cuya realización era casi imposible en circunstancias normales.
La contracción de las importaciones, no ha perjudicado a la economía nacional: únicamente ha afectado las entradas del Tesoro Público deprimiéndolas, pues la disminución del consumo de las mercaderías extranjeras, es más bien aconsejable en ciertas épocas, porque de esa manera, la balanza de los pagos se inclina aún más a nuestro favor, y las rentas capitalizables cada año en oro, aumentan en mayor proporción la riqueza del país.
Si bien el alza de las materias primas de procedencia extranjera ha perjudicado el auge de ciertas pequeñas industrias, la no importación de ciertos artículos, ha estimulado la iniciación de otras pequeñas industrias y oficios, que han compensado las perdidas sufridas por las primeras.
Examinemos la cuestión en lo relativo al capital.
Al 31 de diciembre de 1814, los tres Bancos del país tenían en metálico, en sus cuevas, tres millones selecientos setenta y nueve mil setecientos diez y ocho pesos veintiséis centavos; y al 30 de Junio del corriente año, aquel stock subió a la suma de seis millones doscientos dos mil ochenta y un pesos setenta y nueve centavos.
En igual proporción, ha aumentado también la cir.
culación de billetes de aquellas instituciones; pues al finalizar el año de 1914 tenían en circulación seis miΙΟΙ Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.