San Salvador, 14 de Septiembre de 1917.
SEÑOR Doctor MANUEL BOLAÑOS Santa Ana He leído con toda atención la CARTA ABIERTA que Ud. se ha servido dirigirme, proponiendo la creación de un «Banco Territorial. formado por acciones suscritas por todos los propietarios de bienes raices saneados, quienes, para garantizar las responsabilidades del Banco, constituirán primera hipoteca a favor del Fisco, hasta en cantidad igual al valor de las respectivas acciones suscritas, para respaldar los billetes, los cuales tendrán el solo privilegio de ser redimibles hasta pasados cinco años desde la fecha en que entren en circulación. El monto de los billetes o capital devengará, el de interés al año. Los intereses de los cinco años, formarán un fondo de amortización, o sea el 40 intereses acumulados, para garantizar también con esto la circulación de los billetes. con todo gusto se la contesto en los siguientes términos: Con motivo de los daños que ocasionó a una región de la República, el terremoto del de Junio, han visto la luz pública varios proyectos, en los cuales se habla de crisis en términos muy generales, y se aboga con vehemencia, en uno de ellos, porque se emitan con garantía del Estado varios millones de billetes por los tres Bancos de emisión que existen, billetes redimibles en cierto número de años, y que devengarían intereses.
En otros proyectos, como el de Ud. se propone la creación de un Banco Territorial, en las condiciones que usted pergeña.
Considerando sumamente peligroso que esas publicaciones continúen propagando con exageración la magnitud de las pérdidas, y pintando la situación económica del país con coloridos tétricos y obscuros, tanto porque ello afectaria el crédito del país en el exterior, como porque contribuye a desalentar las potentes iniciativas y pujantes energías del pueblo salvadoreño, y porque esas prédicas sobre la emisión de billetes sin garantía metálica, filtrándose poco a poco en la conciencia colectiva, extravían el criterio de las masas y preparan el terreno para que en lo porvenir preste su asenso la opinión pública a una emisión de papel moneda, y también porque la difusión de esas ideas, aumenta la timidez del capital y da mayor pábulo a la tesorización del numerario en metálico, cumple a mi deber fijar los verdaderos términos de nuestro problema económico, en relación con la economía crediticia y monetaria, para desvanecer algunos descarrios y no pocas preocupaciones que pueden causar graves perjuicios a la situación económico financiera de la República.
En diversos tonos se ha dicho que el país se encuentra atravesando una crisis, pero esas apreciaciones no han entrado a fondo en el análisis de los atributos esenciales de ese estado, ni han ponderado debidamente los factores de nuestra economía, para establecer sobre bases sólidas la afirmación de que estamos soportando una crisis.
98 99 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.