elemento más esencial de la vida de la Humanidad.
Desconocerlo, equivaldría a retroceder en la vía del progreso, a arrancar las más hermosas páginas de la historia de la Humanidad, a olvidar los esfuerzos que dieron como resultado la creación del derecho romano, la conquista de la Carta Magna de Inglaterra, la redacción del código de Napoléon y el reconocimiento de los principios que forman el Derecho Internacional moderno.
Afirmemos, pues, nuestra confianza en el Derecho, que protege a cada hombre desde su nacimiento, a cada grupo desde que la Sociedad fué constituída y que extiende sus beneficios hasta los grandes grupos de los Estados civilizados que forman la Sociedad de las Naciones. Los crímenes individuales o colectivos no afectan en nada nuestro respeto hacia la ley penal.
De igual manera, las violaciones del Derecho no deben debilitar nuestra fe en la ley internacional. No es verdad que en los momentos en que una epidemia diezma una comarca, se acude presuroso en busca de la ayuda de la ciencia, y que entonces se bendice, exaltando sus nombres, a aquellos que por sus estudios, sus descubrimientos y su espíritu de sacrificio han contribuído a dominar el mal. Cuáles son los cambios que se imponen en su aplicación, de acuerdo con la experiencia reciente?
En mi opinión, después de la guerra deberá reunirse una Conferencia de sabios y estadistas, que redactará la «Carta Magna del mundo civilizado, reconociendo, en forma adecuada, la vitalidad de los principios que han servido de base desde hace tres siglos a las conquistas del Derecho Internacional y determinando las modificaciones que deberá sufrir su aplicación.
Creo que la codificación del Derecho Internacional seguirá un plan cuyo punto de partida será la aceptación de algunos principios elementales, breve y claramente redactados (como lo ha hecho el Instituto americano de Derecho Internacional en las cinco Declaraciones de Washington, que condensan los derechos esenciales de los Estados) añadiendo algunas reglas de aplicación, sin entrar en detalles demasiado minuciosos, que serán determinados más tarde por las leyes y reglamentos nacionales.
Esta obra, que es de necesidad urgente, ha sido ya iniciada, como lo atestiguan los elocuentes esfuerzos realizados en el Nuevo Mundo. Para conocer la importancia de esa labor, consúltese el libro del Sr. don Alejandro Alvarez, titulado La Grande Guerre Européenne et la Neutralité du Chili, en que el autor expone, con toda la autoridad de su nombre, las nobles iniciativas tomadas en delete su sentido por los go biernos y las sociedades doctas de América, dando con ello, señores, un hermoso ejemplo, que es a la vez un estímulo eficaz. Quién no reconocerá después de la lectura de ese libro, la clarividencia del Gobierno de Chile y su profundo respeto del derecho? Desde 83 icontest androon La historia de la Humanidad nos muestra los rumbos nuevos que ésta va a seguir y nos induce a preparar desde luego esas vías, aplicando a tan útil labor las enseñanzas de lo pasado. En ésta, la parte más urgente consiste en dar forma concreta a los principios fundamentales de la Sociedad de las Naciones. olub 82 Este documento es propiedad de la Biblioteca Nacional Miguel Obregón Lizano del Sistema Nacional de Bibliotecas del Ministerio de Cultura y Juventud, Costa Rica.